Mis queridos y amados hijos, permanecí con vosotros en oración y recé con vosotros.
Hijos míos, os invito a la oración del corazón para pedir a Dios el don de la paz, en primer lugar, en vuestros corazones, después en vuestras familias y en el mundo entero.
Hijos míos, ¿adónde quiere ir el mundo sin el amor de Dios?
Hijos míos, rezad, rezad, rezad con fe.
Os invito, hijos, a llevar vuestro testimonio y Mi mensaje, dado aquí, a todos vuestros hermanos, hijos, sed Mis apóstoles...
Os bendigo en nombre de Dios que es Padre, Dios que es Hijo, Dios que es Espíritu de Amor. Amén.
Os estrecho contra Mi corazón y os beso.
Ciao, hijos Míos.
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