Queridos hijos, María Inmaculada, Madre de todos los Pueblos, Madre de Dios, Madre de la Iglesia, Reina de los Ángeles, Auxilio de los Peccadores y Misericordiosa Madre de todos los hijos de la tierra, mirad, hijos, hoy Ella viene a vosotros para amaros y bendeciros.
Hijos, pueblos de la tierra, en este tiempo de Adviento, buscad y amaos unos a otros por lo que sois: hermanos y hermanas.
¡Detén las bombas, detén los conflictos sin peros ni si noes, deja de decir sandeces!
A menudo os ponéis la capa del ridículo cuando deberíais poner la capa de humildad, que está lejos de los belicistas.
¿Por qué no queréis entender que os hacéis daño unos a otros?
Sois hijos de Dios, pero no sois como Dios. Os habéis vuelto malos y vuestros corazones se han secado como desiertos áridos!
Haced lo que os digo o sufriréis mucho! Tomad las manos unos a otros con alegría y sonrisas, y acariciaros.
Repito: “¡NO LANCÉIS BOMBAS SINO PÉTALOS DE ROSA! CUANDO HACÉIS ESTO, DIOS SONREIRÁ Y SE ALEGRARÁ!”
GLORIA AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO.
Hijos, Madre María os ha visto a todos y amado a todos desde lo más profundo de Su Corazón.
Os bendigo. REZAD, REZAD, REZAD!
LA MADONNA ESTABA VESTIDA DE BLANCO CON UN MANTO AZUL; LLEVABA UNA CORONA DE DOCE ESTRELLAS EN LA CABEZA Y HABÍA HUMO NEGRO BAJO SUS PIES.
Fuente: ➥ www.MadonnaDellaRoccia.com