Vi a Madre con una corona de doce estrellas sobre su cabeza y un velo blanco, un manto azul sobre sus hombros y un vestido blanco, con un cinturón dorado alrededor de su cintura. Los pies de Madre estaban descalzos y descansaban en el mundo donde se desarrollaban escenas de guerra y violencia; luego Madre lo cubrió con Su manto y todo cesó. Madre tenía las manos juntas en oración y entre ellas una larga corona del Santo Rosario hecha de gotas de hielo.
Alabado sea Jesús Cristo.
Mis queridos hijos, os amo y os doy gracias por responder a Mi llamado. Hijos, abrid vuestros corazones a Cristo, dejadle morar en vosotros, que Él os moldee, que Él os guíe. Mis hijos, que toda elección vuestra, todo lo que hagáis, sea dado al Señor. Ponedlo todo en Sus manos, todos vuestros dolores y todas vuestras alegrías. Dadlos al Señor, y Él os dará la fuerza para enfrentar cada problema, cada dolor, cada dificultad. Se alegra con vuestras alegrías. Mis hijos, Yo estoy siempre con vosotros.
Hijos, os amo con un amor inmenso y quiero veros a todos salvados. Vengo entre vosotros por la inmensa misericordia del Padre. Vengo para amonestaros, guiaros, ayudaros. Oigo vuestros gritos y seco vuestras lágrimas. Beso vuestras frentes, curo vuestras heridas, me alegro con vuestras alegrías y oro al Señor por vuestro bien. Os amo, Mis hijos, os amo. Como Madre vengo a vosotros para pediros una vez más oración, oración por este mundo atormentado, oración por la paz, paz de corazón, paz en el mundo.
Rogad, Mis hijos, por Mi amada Iglesia, oscuros y difíciles tiempos la esperan. Rogad, hijos, rogad, rogad. Ahora os doy Mi Santa Bendición. Gracias por venir a Mí.
Fuente: ➥ MadonnaDiZaro.org