domingo, 22 de junio de 2014

Ven Santísima Trinidad y Madre María Sólo con tus palabras

Mi hijo más amado, esta si tu Madre María. Gracias por amarme tanto. Te envío la lluvia para tus cosechas secas. Pide a todos que den gracias a Dios por todo lo que reciben de Él. Él ama dar y dar a Sus hijos, pero también espera ser agradecido y amado por Sus hijos.

Mi hijo y yo estamos muy tristes en estos días por todo el sufrimiento que hay que enviar a la tierra para que Nuestros hijos se despierten de su largo sueño y empiecen a ver de qué va el mundo. El mundo es todo pecado, pecado y más pecado. Dios ha sido sacado del mundo y satanas se ha apoderado de toda la tierra y la ha contaminado con toda su suciedad, su lujuria, su avaricia y su poder hasta destruir toda la hermosa tierra envenenandolo todo. Ha hecho que todos Nuestros hermosos hijos enfermen de cuerpo y de espíritu.

Ha llegado el momento de que Mi hijo muestre Su poder y Su fuerza sobre la tierra y por encima de la tierra. Verás tormentas, y terremotos, y volcanes, y granizo, y relámpagos como nunca antes. La gente se esconderá de todos sus pecados cuando los castigos de Mi Hijo sean cada día más severos. Mis hijos y los hijos de Dios despertarán rápidamente a la verdad de Dios y a las mentiras de satanás. Verán que Dios es el único Dios que puede ayudarles y que Satanás y el hombre no tienen poder alguno frente al Dios real que los hizo. El hombre intenta jugar a ser dios y especialmente todos los dirigentes que se creen tan grandes y poderosos como Dios. Él les mostrará que no son más que una mota de arena junto al mar cuando ejerza sólo una mota de Su poder. Satanás y sus seguidores en su momento más fuerte son tan poderosos como su Dios en su momento más débil. Dios puede destruir toda la tierra y todo lo que hizo en el principio con un soplo de Su boca o una palabra pronunciada por Él y, sin embargo, el mundo piensa que son poderosos. Aprenderán rápidamente, muy pronto, que no son nada al lado de su Dios.

Dios sólo permite cierta cantidad de maldad hasta que está a punto de destruir a la raza humana y entonces se pone firme y lo vuelve a dejar todo como Él lo hizo. Lo mismo ocurrió antes de Noé y el diluvio, cuando todo el mundo se volvió totalmente malvado, excepto unas pocas personas. Hoy es aún más malvado. Dios está a punto de recoger de nuevo la cosecha del bien y del mal y arrojar al infierno a todos los malvados que no cambien y pidan Su perdón con toda la gracia que está a punto de enviar a través del Aviso. Entonces renovará de nuevo la Tierra con las almas puras y traerá la Nueva Jerusalén y la Nueva Era de Paz para un reinado de mil años, en el tiempo de Dios, y todos los malvados serán encerrados en el infierno donde no podrán atormentar a las almas de la Nueva Era de Paz y viviremos en el nuevo Jardín del Edén con Jesús y María, que fueron elegidos para ser los nuevos Adán y Eva para salvar al mundo y reabrir las puertas del Cielo para que las almas buenas pudieran entrar de nuevo en el Cielo. Esto es suficiente por ahora. La Madre María y la Nueva Eva.