sábado, 8 de julio de 1995

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con vosotros!

Hijitos de mi Inmaculado Corazón: rezad, rezad, rezad.

Hijos, mi amor por cada uno de vosotros es infinito. Os tengo siempre dentro de este mi Inmaculado Corazón. Rezad más. Rezad, especialmente con vuestro corazón.

Jesús esta noche os pide vuestra conversión. Convertíos, queridos hijos, convertíos. Abrid vuestros corazones a Jesús, para que Él pueda serlo todo para vosotros. Él os ama mucho.

Mi Divino Hijo y Nuestro Señor quiere vuestra salvación muy mucho. Por eso me ha enviado entre vosotros para enseñaros a vivir sus preceptos y su Evangelio. Mi Hijo nunca os abandona. Él está siempre a vuestro lado para ayudaros en vuestras dificultades. Dad a Jesús vuestras oraciones. Ofrecedle vuestra vida. No os desaniméis.

Yo, vuestra Madre, estoy aquí para llevar todas vuestras peticiones a Jesús. Tened fe y más confianza en mí, que os amo tanto y que nunca os abandono.

Hijitos, preparaos para ver los mayores prodigios que mi Hijo Jesús ha preparado para todos aquellos que le obedecen y le siguen. Seguid a Jesús y seréis salvados.

Resad por el Papa. Resad por él mucho. El Papa es mi amado hijo, y Yo, desde este lugar bendecido por Dios derramo incontables gracias de mi Inmaculado Corazón sobre él. Resad mucho el santo rosario. El rosario es el arma que os doy para estos tiempos de gran batalla. Llevadlo siempre con vosotros. Nunca estéis sin vuestro rosario, pues es la presencia de vuestra Madre entre vosotros. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. ¡Hasta pronto!

Nuestra Señora bendijo a todos y luego dijo:

Sed un ejemplo para los demás. No en palabras, sino viviendo mis mensajes.