Hijos Míos, estos tiempos que están viviendo son Míos, y por eso estoy apareciendo aquí de una manera nueva y extraordinaria que nunca se ha visto en la historia humana. Vengo a llamarlos al verdadero amor por el Señor, que solo Le agrada cuando es incondicional en sus corazones. A través de la verdadera devoción a Mí, les enseñaré este amor sin reservas. Ámenme y Yo los amaré. Prefieranme y Yo los preferiré. Entréguense incondicionalmente a Mí y Yo me daré totalmente a ustedes. Así será amor por amor. Paz.