sábado, 22 de marzo de 2014

Sábado, 22 De Marzo De 2014

Sábado 22 de marzo de 2014

Jesús dijo "Pueblo mío, esta parábola del Hijo Pródigo es una verdadera expresión de Mi compasión por todos los pecadores. Os quiero mucho a todos, y podéis ver por qué el cielo se alegra por un pecador arrepentido. A veces la gente está tan atada a sus pecados, que se olvida de pedirme perdón por ellos. Yo soy todo amor y perdono al peor pecador. Esto te recuerda otra parábola en la que pregunté a la gente quién sería el más agradecido. El que debía 500 fanegas de trigo o un deudor que debía 50 fanegas, cuando se les perdonaran sus deudas. Aquellos, cuya deuda o pecado es mayor, deberían estar más agradecidos. Así como Yo os perdono vuestros pecados, siempre estoy esperando que todos los pecadores busquen Mi perdón. Del mismo modo que os perdono vuestros pecados, quiero que Mis fieles perdonen también a los demás, como hacéis al rezar la oración del «Padre Nuestro». No debéis guardar rencor ni ser implacables con los demás. Cuando perdonéis como Yo, encontraréis a los que están perdidos".

Jesús dijo "Hijo mío, estás viendo a Lidia con signos de sus últimas etapas de vida. Ha sido bendecida varias veces y tienes sobre ella un escapulario marrón. Tu familia ha tenido algún aviso de su proximidad a la muerte, por lo que es bueno que todos pudieran verla mientras aún vive. Ha tenido una vida plena, y tú has pasado algunos años con ella en tu casa. Debes consolar a tu esposa en estos momentos difíciles. Has tenido algunas señales de que el difunto marido de Lydia, Camille, está esperando para saludarla. Sigue rezando para consolar a Lydia y a la familia durante sus últimos días".