miércoles, 25 de septiembre de 2013

Mi Promesa Para Vosotros.

- Mensaje nº 285 -

-Resiste a las dulces palabras de los «seductores»- Hija mía. Mi querida hija. Escribe, hija Mía, pues Nuestra Palabra debe ser difundida para que millones y millones de hijos de Nuestro Dios puedan oírla (leerla) y así puedan prepararse para los tiempos venideros.

Aquellos de vosotros que Nos seáis fieles no experimentaréis sufrimiento en el corazón y en el alma, pues Yo, vuestro Santo Jesús, estaré con vosotros y os elevaré de la angustia y la miseria de vuestro mundo actual.

Hijos míos. Mis queridos hijos. Cuando Yo, vuestro hermano que tanto os ama, digo que no experimentaréis sufrimiento de corazón y de alma, no significa que ahora no os pediré que aceptéis sufrimientos y sacrificios, sino que es Mi promesa para vosotros de que salvaré vuestra alma, la sanaré de la calamidad y del pecado , porque todos sois pecadores, por mucho que os esforcéis en ser buenos, y os elevaré a Mi Nuevo Reino en cuanto se abran las puertas hacia él.

Además, os prometo estar siempre con vosotros y llevar todas las cargas por vosotros y con vosotros, pues cuando no podáis más, intervendré y os liberaré de todo lo que parezca «aplastaros», es decir, llevaré esas cargas por vosotros para que podáis pasar estos días con alivio y facilidad antes de entrar en Mi Nuevo Reino.

Además, llevaré ante Mi Padre a todos aquellos que no puedan experimentar el día de la gran alegría, pues el que sea devoto Mío, el que Me ame verdadera y sinceramente, su Santo Jesús, hermano y Salvador de todos los hijos de esta tierra, no se perderá.

Le entregaré los dones de Mi Padre, y elevaré su alma a la gloria del Reino de los Cielos, donde estará más cerca de Mi Padre, tanto os amo, Mis amados hijos, que elevaré y recompensaré a toda alma fiel, pues Mi agradecimiento es grande y Mi gratitud profunda, y Mi amor por vosotros, Mis hermanos y hermanas, es infinito y perfecto.

Os amo. A cada uno de vosotros. Permaneced fieles a Mí y a vuestro Padre del Cielo, entonces vuestra alma alcanzará la paz eterna que anhela y se os permitirá vivir la vida en la eternidad del amor divino.

Que así sea.

Tu Jesús.

Hermano y Salvador de todos los hijos de Dios. Amén.

« Escuchad lo que os dice Mi Hijo , pues el alma fiel será recompensada, pero los que se »vuelcan" y se entregan a la bestia no podrán entrar en Mi maravillosa gloria, pues la bestia corrompe, y ésa será vuestra perdición.

Resistid a las dulces palabras de los «engañadores » y permaneced fieles a Mí, vuestro Santísimo Padre del Cielo. Llamo especialmente a esto a Mis siervos santos, pues tenéis responsabilidades para con todos los hijos de esta tierra, y si abusáis de ellas, lo pagaréis con la condenación eterna.

Amén.

Vuestro Padre que está en los cielos".

"Escuchad lo que ha dicho el Padre. Pues es Su Santa Palabra la que oís. Amén. Un ángel del Señor". Gracias, hija Mía.