martes, 26 de septiembre de 2006

Jesús habla en Lourdes en Cosmas y Damiano, Iglesia de los Alemanes, a través de Anne.

Jesús le dice a un padre a través de Anne: "¿También te irás?

Él escuchó a Jesús. Ha sido tocado por Él.

Querísimo Salvador, habla palabras de amor, habla para que el amor se derrame sobre nosotros y que Tú, Santo Dios, te satisfagas de nuevo en Tu Iglesia, en Tu Iglesia que nos has dado.

Jesús ahora dice: Yo, Jesús Cristo, hablo ahora en este momento a través de Mi instrumento voluntario, obediente y humilde Anne. Ella yace en mi verdad. Ella no habla sus palabras, Yo hablo estas palabras, que yacen en la verdad.

Mis amados hijos, permaneced en serenidad y calma. No culpéis a nadie. Yo, Jesús Cristo, soy amor y el amor es lo más grande. Quiero derramar este amor en vuestros corazones para que podáis encontrar este amor allí. Llenaré vuestro corazón cada pequeño rincón.

Llamad a vuestra Madre Celestial una y otra vez. Ella es vuestra madre que os he dado bajo la cruz. Y esta madre os está esperando. Yo también, vuestro queridísimo Jesús Cristo, estoy esperando vuestro amor. No me decís a menudo que me amáis.

Venid a Mi Bendito Sacramento del Altar. Habladme allí. No siempre digáis oraciones, pero prestad atención a vuestros corazones. Allí hablaré, tal como hablo ahora: En palabras sencillas.

Os amo, Mis hijos. Amo a Mis hijos sacerdotes y por eso os pido, Mis amados hijos, que oréis para que vuelvan a Mi Bendito Sacramento, que vuelvan a creer en Mi presencia, porque Yo soy Amor y derramo este Amor profundamente en vuestros corazones. Tened confianza. Confiad profundamente y ciegamente, incluso cuando no veáis nada, Mis hijos. Creed en Mi presencia en todo momento del día. Siempre estoy entre vosotros. Ni por un momento os dejo a un lado.

Yo, Mis hijos, quiero bendeciros, ahora en este momento y seguir irradiando este amor en vuestros corazones, para que se extienda sobre vosotros y sobre este lugar de oración, sobre este santuario, que es Mi santuario, a través de Mi Madre Celestial y vuestra Madre.

Os bendiga el Dios Trino, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. Amad uno a otro como Yo os he amado y pasad este amor. Amén.