domingo, 1 de junio de 2014

Primer domingo después del día de la Ascensión.

El Padre Celestial habla después de la Santa Misa Sacrificial Tridentina según Pío V en la capilla de la Casa de la Gloria en Mellatz a través de Su instrumento e hija Ana.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo Amén. Este domingo comienza el mes del Corazón de Jesús. Durante la Santa Misa Sacrificial, la Virgen está bañada en una luz resplandeciente con su ramo de flores, que había recibido como regalo por la fiesta de María Reina, así como el altar del sacrificio, el sagrario y el símbolo de la Trinidad.

El Padre Celestial hablará: Yo, el Padre Celestial, hablo ahora y en este momento, a través de Mi dispuesta, obediente y humilde instrumento e hija Ana, que está totalmente en Mi Voluntad y habla sólo palabras que vienen de Mí.

Amado pequeño rebaño, amados seguidores, amados creyentes de cerca y de lejos, ayer celebrasteis la fiesta de María Reina. Sí, fue coronada Reina y es Mi Reina. Os la he dado como Reina de Corazones, y estará con vosotros en cada momento de vuestras tribulaciones, de vuestros sufrimientos y de vuestro dolor. Tus sufrimientos llegarán a ser tan profundos como el mar. Mirad entonces a vuestra queridísima Madre, pues Ella ha padecido los mayores sufrimientos y se ha convertido así en la Corredentora bajo la Cruz. ¿No te ha precedido Ella en tu dolor y sufrimiento?

Pequeña mía, Yo, el Padre Celestial, te digo ahora unas palabras, a través de las cuales debes reconocer que soy Yo, el Padre Celestial, quien te da nuevas instrucciones una y otra vez, para que puedas perseverar. A menudo se te hace demasiado duro y piensas que el Padre Celestial ya te ha abandonado. Te sientes solo, solo y abrumado. Pero, ¿alguna vez te he abrumado? ¿No te he dado entonces mi fuerza para que pudieras continuar siguiendo mis instrucciones? Te quejabas porque tu sufrimiento era cada vez mayor y más pesado.

Te había dado a mi pequeña Moni durante un tiempo para ayudarte. Esto no significa que te las haya dado para siempre. Sabes que te has convertido en Mi juguete. Así que puedo necesitarte aquí y utilizarte allí como Yo quiera, no como tú lo imagines. Ahora deseo que sigas Mis nuevas instrucciones.

Mi pequeña Moni se convertirá ahora más profundamente en Mi alma de expiación, porque toda su familia sucumbe al alcoholismo. Esto es amargo para mi pequeña Moni. Pero ella conseguirá aceptar sus sufrimientos y servirme como alma expiatoria.

Tú, mi pequeña, tendrás que hacer más trabajo. Sin embargo, te daré mi Poder Divino para ello. Tu poder llegará pronto a su fin. Hasta que desfalleciste te guié. Deberás confiar en Mí y creerme cuando tenga que cambiar Mi plan.

Y ahora ha llegado el momento Cree y confía en Mí porque tendrás que experimentar el mayor sufrimiento: el sufrimiento mundial. Mi Hijo Jesucristo sufre el mundo entero en tu corazón. Tendrás que sufrir, porque te has puesto a Su disposición como herramienta. Permanece fiel al cielo.

Y ahora, Mis amados seguidores, vosotros también recibiréis sufrimiento, sufrimiento que deberéis aceptar y soportar. No seáis incrédulos, sino creyentes, y seguid de nuevo mis instrucciones. Mis planes no son vuestros planes y Mis deseos nunca son vuestros deseos. Os asombraréis de lo que podéis conseguir con mi poder. El sufrimiento, la enfermedad y la tribulación vendrán sobre ti cuando creas y sigas mi camino contigo. La cruz pertenece a tu vida y a tu dicha eterna. ¡Mira siempre a mi Madre! Ha soportado el mayor sufrimiento. Ella os dijo sí bajo la cruz, mis amados hijos. Ella quiere acompañaros y quiere formaros. Como Esposa del Espíritu Santo, Ella pedirá al Espíritu Santo por vosotros. A Ella se le permitirá que reconozcáis muchas cosas que aún no habéis reconocido. Cree y confía más profundamente porque mi Madre ahora te forma. Tú también recibirás sufrimientos profundos como el mar. Da gracias por estos sufrimientos, entonces estarás más cerca de Mi Hijo Jesucristo bajo la cruz. Él os dará las gracias por darle el consuelo que ahora necesita, porque Su Santa Iglesia será destruida aún más que antes bajo este Papa que es un masón. También los obispos, los cardenales y los sacerdotes seguirán obedeciendo a los masones.

Pero estáis en la Nueva Iglesia y la Nueva Iglesia significa: nuevo comienzo. Nuevo comienzo a través de Mi Santa Misa de Sacrificio. En tu vida muchas cosas serán diferentes, porque la persecución va en aumento. Te envío a esta lucha como también envié a mis apóstoles. Ellos han evangelizado, como también debéis hacer vosotros. Os he designado como Mis testigos. Debéis dar testimonio de la verdadera fe católica, porque se extingue cada vez más. Entre estos sacerdotes ha surgido la desunión, el odio, la envidia y la discordia, sobre todo el error y la incredulidad. No creáis que un solo sacerdote se acercará a vosotros y creerá lo que constantemente demostráis a los demás. No, se mantendrán alejados de ti. Cuanto más viváis y proclaméis la verdadera fe, más perseguidos y hostiles seréis.

Amaos los unos a los otros como Yo os he amado, porque el amor cubre multitud de pecados. Yo, Jesucristo, voy al Padre y pediré el Espíritu Santo para vosotros. Este Espíritu Santo penetrará en vosotros y os hará reconocer todo lo que os he dicho en Mis mensajes, porque ha llegado el momento, se acerca la hora en que el Señor prepara Su segunda venida con gran poder y gloria. Por eso hay tanto sufrimiento y tanta persecución y tanto dolor profundo que está dentro de vosotros. No podéis acallarlo. Debéis luchar, y la bandera de la victoria ondeará ante vosotros. Mira al Santo Arcángel Miguel, él seguirá alejando de ti todo mal si se lo pides. Pídelo también a toda la hueste angélica, pide el Espíritu Santo con tu queridísima Madre, la Inmaculada. Ella también te pedirá el Espíritu Santo porque es la Esposa del Espíritu Santo.

Sí, amada mía, parece triste esta iglesia, pero vosotros sois la élite, la élite del sufrimiento, la élite del dolor y la élite de la perseverancia. Donde otros se rinden, vosotros sólo empezáis donde creéis y allí anunciáis mis palabras a pesar de las muchas hostilidades y persecuciones.

Sal al mundo con estos folletos y difunde la palabra. Estos tres libros son importantes porque contienen Mis palabras, Mis instrucciones y Mis revelaciones. Nada está fuera de Mi mensajero.

Mis amados creyentes de cerca y de lejos, ¿no habéis comprendido que estáis al final, que tenéis que huir de estas iglesias, de estas iglesias modernistas, porque el demonio hará allí su juego triunfal? Entonces tendréis que experimentar esto cuando no queráis seguir mis instrucciones. Os protegeré y guardaré, pero no quebrantaré vuestra voluntad. Quedará un pequeño número de creyentes que cumplirán mi deseo y voluntad en su totalidad. Otra parte de mis creyentes se quedará atrás y otra parte se convertirá en esclava de Satanás. Se quedarán atrás en estas iglesias modernistas y se reducirán a una pequeña secta. Éstas caerán en el desastre y caerán en el abismo eterno.

Vosotros, Mi pequeño rebaño y vosotros, Mis seguidores, expiad y orad, especialmente por Mis hijos sacerdotes a quienes salvaré a todos. Mediante la muerte en la cruz de Mi amado Hijo he redimido a todos y también quiero salvar a todos de esta condenación eterna. Continuad creyendo, confiando y rezando por estos sacerdotes.

A vosotros, Mis amados, quisiera deciros unas palabras sobre vuestra persecución. La fiscalía os ha enviado tres grandes facturas. Las habéis pagado con Mis medios económicos. Yo vigilo vuestro dinero. Soy Yo quien ha querido que paguéis injustamente estas cantidades. Injustamente, ésta es la verdad y esto es lo que quiero de vosotros. ¿Acaso no he soportado yo también las injusticias en mi camino de la cruz? ¿No he sido injustamente condenado, acusado y ridiculizado? También vosotros debéis sufrir esto. Asumid estas persecuciones. Yo, Mis amados, no quiero nunca que equilibréis estas cantidades con donativos. Vuestros medios económicos son Mis medios. Yo os los he dado y los vigilo. Preguntadme cómo ha de suceder esto y aquello y no sigáis vuestros deseos, porque entonces os equivocaréis, y el camino no irá recto, sino que contendrá muchas curvas. Sin embargo, recto debe ir tu camino. Pregunta cómo es Mi deseo, entonces no te equivocarás.

Os amo a todos y deseo que continuéis en este difícil camino como élite, como Mis testigos, como Mis apóstoles. Id por todo el mundo y predicad el Evangelio como Yo deseo. Lo dominaréis todo con mi poder. Amén.

Así os bendigo en la Trinidad, con todos los ángeles y santos, especialmente con vuestra queridísima Madre y Reina, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Vive el amor, porque el amor te ayuda en este tiempo. Amén.