Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania

 

miércoles, 31 de mayo de 2017

Fiesta de María Reina.

El Padre Celestial habla después de la Santa Misa Sacrificial Tridentina según Pío V. a través de Su instrumento e hija Ana, dispuesta, obediente y humilde.

 

Hoy, 31 de mayo de 2017, celebramos la fiesta de María Reina. La precedió una reverente Santa Misa de Sacrificio en el Rito Tridentino según Pío V. Los ángeles estaban presentes y San José estaba de pie junto a la Madre de Dios. Los ángeles entraban y salían durante la Santa Misa de Sacrificio. El altar de María estaba bañado hoy por una luz blanca y dorada. Los ángeles cantaban en diferentes tonos por amor a la Santísima Madre. También se me permitió ver la corona de la Santísima Madre, que estaba decorada con varias piedras brillantes, cómo resplandecía.

El Padre Celestial hablará hoy: Yo, el Padre Celestial, os hablo ahora y en este momento, a través de Mi dispuesta, obediente y humilde instrumento e hija Ana, en este día de fiesta especial, el día de la Reina del Cielo y de la Tierra.

Amado pequeño rebaño, amados seguidores y amados peregrinos y creyentes de cerca y de lejos. Hoy habéis recibido gracias especiales de la querida Madre de Dios, porque es Su fiesta y Yo, el Padre Celestial, quiero presentaros a todos a esta queridísima Madre de Dios, porque Ella es vuestra Reina, la Reina del Cielo y de la Tierra. Cuántas alegrías os ha dado en los últimos días. Ella os ha acompañado en los difíciles caminos que habéis recorrido en los últimos tiempos.

Nunca os dejará solos, porque siempre demostrará que es vuestra Madre. Ella está muy por encima de las madres terrenales. Esta felicidad que sentís al consagraros a la Virgen en este día es indescriptible, porque podréis experimentarla en vuestros corazones. La alegría que transmite nuestra queridísima Madre Santísima es indescriptiblemente bella. Ella es también nuestra Reina y la Reina de la Trinidad. El cielo entero le da las gracias hoy con todos los ángeles, porque ella también transmite esta alegría en el cielo.

Yo, el Padre Celestial, también hoy tengo mucho que sufrir por los hijos de la tierra, especialmente a través de Mis hijos sacerdotes, que aman especialmente a Mi Madre y a Mí. Hoy la Santísima Madre pide a sus hijos sacerdotes que sean conscientes de que Ella pide constantemente en Mi trono de Dios para que se arrepientan. Es debido a su voluntad que tan pocos sacerdotes están dispuestos a arrepentirse.

Por desgracia, a menudo no se dan cuenta de lo importante que es que estén en la verdad. Carecen de esta reverencia cuando dejan que los laicos distribuyan la Comunión. La Sagrada Comunión es un sacramento que no debe desfigurarse bajo ningún concepto. Por tanto, la Sagrada Comunión sólo debe recibirse de rodillas y en comunión oral.

¿Por qué, Mis amados hijos sacerdotes, no creéis? Esta reverencia también os hará avanzar en el amor a la Trinidad. Este amor también os hará madurar. Experimentaréis más alegría y gratitud cuando celebréis la Santa Fiesta del Sacrificio en la verdad.

Sí, amados Míos, hoy no quiero pronunciar muchas palabras, porque Mi pequeño aún sufre mucho dolor. Pero, Yo, el Padre Celestial, deseo que ponga estas palabras por escrito.

Sé que es un gran sacrificio para ti, hijita mía, porque desgraciadamente la grabadora está defectuosa. Ahora mismo todo es muy difícil para ti. Pero pronto llegará la ayuda de tu Padre Celestial. Yo te ayudaré. Sin duda aprenderás la nueva tecnología del aparato digital.

Tómate algunos descansos, amada Mía, y Yo te ayudaré a escribir los mensajes y te acompañaré. Lo conseguirás, aunque creas que estás perdiendo tu fuerza, sólo la fuerza humana, Mi pequeña, la Divina te será dada.

Os doy las gracias a todos por celebrar hoy esta fiesta. De otro modo no habríais podido celebrar esta fiesta. No está incluida en el nuevo Ordo. Así que falta por completo, porque el 22 de agosto no es el día adecuado, en este día se celebra la fiesta en el modernismo. Así que incluso habría quedado completamente descartada. El día legal sigue siendo el 31 de mayo y así debe seguir siendo. Por tanto, os doy las gracias por celebrar este día con toda reverencia.

Te bendigo ahora con todos los ángeles y santos, especialmente te bendigo hoy tu Reina del Cielo, la querida Madre de Dios en la Trinidad, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Eres amada, sí, especialmente amada en la alegría de este día.

Orígenes:

➥ anne-botschaften.de

➥ AnneBotschaften.JimdoSite.com

El texto de este sitio web se ha traducido automáticamente. Por favor, disculpa cualquier error y consulta la traducción al inglés.