Mensajes a los Hijos de la Renovación, EEUU

 

domingo, 26 de octubre de 2014

Capilla de la Adoración

 

Hola, Jesús siempre presente en el Santísimo Sacramento. Gracias porque hoy podemos estar aquí contigo. Gracias por el buen tiempo y, sobre todo, por la Santa Misa de esta mañana. Ha sido bueno tener allí a (nombres no revelados). Eres bondadoso y misericordioso. Te quiero, Jesús. Gracias por las muchas personas amorosas que has traído a mi vida. Anhelo que todos conozcan Tu Santa Iglesia Católica y aprendan sobre la riqueza y la belleza de Tus Sacramentos de vida y amor. Por favor, haz que se produzca la Renovación, Señor, para que el Espíritu Santo se derrame pronto sobre nosotros. Te necesitamos Espíritu Santo desesperadamente. Ven, Espíritu Santo, ven.

"Hija mía, es bueno tenerte a ti y a tu marido aquí Conmigo en este Santo día del Señor, Mi día. Os quiero a los dos y tenemos mucho que hablar".

Gracias, Jesús. Nosotros también Te amamos.

"Hija mía, hoy traes contigo muchas cargas. Tu corazón está apesadumbrado. Ves los signos de los tiempos y en tu alma presientes el mal que te rodea, aunque no puedes ver con tus ojos la razón de ello. Hay muchos espíritus de las tinieblas que vagan por la tierra en este tiempo esperando el momento en que puedan dominar a Mis hijos. Ves que los acontecimientos llegan a un punto de no retorno".

Sí, Jesús. Gracias por expresar lo que yo misma soy incapaz de articular. Las cosas parecen tan normales, Señor. Veo el hermoso sol y la gama de colores de este cálido día de otoño, y todo parece estar bien en el mundo. En mi corazón, me pregunto qué aspecto tendrá mi ciudad natal después de la destrucción, pero no entiendo realmente por qué pienso así. Parece tan cínico y, sin embargo, soy una persona

persona positiva y optimista. Me maravillo ante la belleza de la creación, los entresijos de las hojas y las flores, y luego me pregunto lo terrible que será después de que la ola de calamidades haga estragos en el magnífico mundo que Tú creaste. Es una progresión de pensamientos tan extraña y, sin embargo, me ocurre con frecuencia. Jesús, quiero centrarme en Ti, en la bondad y la verdad, en la belleza, la fe y la razón, y sin embargo no puedo ignorar el pecado, la suciedad que está incrustada en nuestra cultura, en nuestro mundo. Es muy difícil de comprender este estado en el que nos encontramos, y me pregunto cómo hemos podido alejarnos tanto de vivir una vida para Ti. En Tu Palabra tenemos muchos ejemplos de lo que les ocurre a las personas pecadoras que alejan a Dios. Es como si ya no reconociera mi país. Éste no es el mismo país en el que viví de niña, y sin embargo lo es. Sé que si aquí está tan mal, el mundo debe de estar en un estado espantoso, ya que nuestro país se fundó para la libertad religiosa. Señor, millones y millones de vidas inocentes se pierden a causa del aborto y las personas que abogan por una «redefinición» del matrimonio parecen estar haciendo tragar su agenda a la mayoría. Existe una cultura de la muerte. Señor, no entiendo todo esto. Es demasiado para comprenderlo y demasiado difícil de creer que todo esto esté ocurriendo ante nuestros ojos y en tan poco tiempo. ¿Cómo ha sucedido esto tan rápidamente, Señor?

"Hija mía, el mal no tarda en imponerse cuando un pueblo decide que ya no quiere ni necesita a Dios. En cuanto se decidió que no se podía mencionar a Dios en vuestras escuelas públicas, y que los Diez Mandamientos quedaban restringidos únicamente a la «exhibición privada», las cosas empezaron a ir en espiral. También se eliminaron las leyes locales que protegían el Sabbat y comprar y vender se convirtió en la norma en Mi día, el domingo. Cuando Mis hijos se alejan de Mí, les quito la protección. No actuaré contra el libre albedrío de Mis hijos, hija Mía. Anhelo proteger a Mis pobres hijos del mal, pero a menudo caminan a sabiendas directamente hacia las fuerzas del mal. Cuando Mis hijos eligen al maligno en lugar de a Mí, tristemente debo permitir que lo hagan. Esto causa mucho dolor a Mi Sagrado Corazón, hijita Mía. ¿Ves lo que ha ocurrido?"

Sí, supongo que sí, Señor. Es asombroso que el mal pueda extenderse tan rápidamente. Señor, parece como si una pequeña minoría oprimiera a la mayoría. ¿Es así, Señor?

"Hija mía, suele ser así. Los gobiernos comunistas funcionan así. La mayoría de los ciudadanos de los países comunistas no están a favor del comunismo, la opresión y el mal. Sin embargo, los que están al mando les hacen impotentes, pues su objetivo es la supervivencia. Cuando la gente tiene hambre, sus pensamientos se vuelven hacia alimentar a sus familias y hacer lo que puedan para sobrevivir. La mayoría de las personas que luchan por subsistir tienen muy pocas ganas de luchar por sus libertades y por los derechos humanos. Toda su energía se dedica a proporcionar lo poco que pueden para alimentar a sus familias. Por eso los malvados que traman y planean la destrucción, apuntan primero a la economía. Primero quieren debilitar a Mi pueblo, porque es más fácil conseguir que Mis hijos se pongan de acuerdo con el poder del gobierno cuando necesitan comida y un lugar donde vivir. Cuando la economía se derrumba, prevalece el mal. ¿Entiendes la conexión, hijita Mía?".

Sí, Jesús. Lo entiendo ahora que me lo has explicado. Por favor, ten piedad de nosotros, Dios. Perdona nuestros pecados. Vuelve los corazones hacia Ti, Señor, antes de que sea demasiado tarde.

«Hija mía, la sangre de los no nacidos que inunda tu país, clama justicia».

Jesús, siento mucho este holocausto. Somos tan pecadores, Señor. Por favor, Jesús, rezo por las conversiones, pero para cambiar estas prácticas bárbaras, nuestros corazones deben cambiar. Señor, una vez me dijiste que es demasiado tarde para detener las calamidades que se avecinan, pues necesitamos purificación. ¿Lo recuerdo correctamente?

"Sí, corderito mío. Ya no hay vuelta atrás. Envié a Mi Madre al mundo para advertir a Mis hijos. La mayoría la ha ignorado y los que prestaron atención en los primeros días, han perdido el interés por Sus mensajes. Se han alejado y se han vuelto tibios. Aún así, Ella ruega a Dios Padre que le permita seguir llevando las advertencias y Su amor a Nuestros hijos. El Padre escucha a María Santísima y Pura porque Su amor es grande. Ella lo arriesgó todo para traerme a Mí, la salvación al mundo y forjó Su voluntad a la Mía y a la de Mi Padre. Su corazón permaneció anidado en el Corazón de la Santísima Trinidad y Ella es el único ser humano que ha podido retrasar la justicia de Mi Padre. Ya no hay tiempo, hija Mía. Se hará justicia y, aunque las oraciones de Mi remanente han atenuado algunos de los castigos que se avecinan, la copa se está acabando. La balanza se volverá a equilibrar, pero no sin mucho derramamiento de sangre y pérdida de vidas. El mal está desenfrenado y quiere que se destruya todo lo bueno que procede de Dios. Los que siguen al mal avivan los fuegos del infierno con su «sí» a Mi adversario y al vuestro. Avivan los fuegos del mal y se burlan del Señor, tu Dios. Este mal, esta cultura de muerte, este pueblo de satanás tendrá lo que se merece. Por desgracia, corderito Mío, muchos santos e inocentes sufrirán a manos del mal. Esto parece injusto y, sin embargo, la justicia prevalecerá, pues Yo, el Señor Dios, soy un Dios justo. Enjugaré cada lágrima de Mis pequeños de corazón puro y los llevaré en Mis propios brazos al Cielo, donde vivirán en la luz de Mi amor para siempre. Hija mía, hija mía, no temas la ira de Dios, pues no está dirigida contra Mis santos".

Señor, siento un profundo temor, por lo que deben presenciar los que viven. La maldad que recorre la tierra ya me resulta chocante. La violencia de los que adoran el mal es demasiado terrible para imaginarla, y mucho más para presenciarla. Señor, no te temo y sé que no debo temer al mal, porque Tú estás con nosotros y no puedes ser abatido. Tú eres Dios. Sí tengo mucha ansiedad por los que serán víctimas de este mal, especialmente los pobres niños inocentes y los santos seguidores de Ti, Jesús. Es abrumador; Señor y creo que sería mejor morir primero antes de tener que pasar por este tiempo horroroso que se avecina. Jesús, Jesús mío sálvanos a Tus pobres hijos. Protege a los pequeños inocentes de presenciar tales atrocidades.

"Hija mía, hija mía, cuento con Mi remanente para protegerlos. Esta es tu misión y la de todo Mi pueblo que me sigue y ve los signos de los tiempos. Debéis ser amor para todos los necesitados. Debéis vivir el Evangelio en medio de tanta oscuridad. Sé luz y amor para todos los que encuentres. Rezad por los que perderán la vida y por los que sean testigos de las atrocidades que se avecinan. Rezad por su curación, por su protección. Muchos estarán demasiado conmocionados para moverse, y debéis llevarlos a un lugar seguro y al refugio de cristianos amorosos. Se harán muchos mártires en los últimos días, pues innumerables personas perderán la vida antes que seguir el mal. Los que pierdan la vida por Mi causa y por la de sus hermanos y hermanas, llegarán inmediatamente al Cielo sin importar sus pecados pasados, pues un amor así cubre multitud de pecados. Hijos míos, que estáis en un estado de tibieza, despertad ahora porque no hay tiempo que perder. Volved vuestros débiles corazones hacia Dios y permitidme que os limpie de vuestro pecado y os llene de Mi amor y Mi poder. Volved a Vuestro Jesús que anhela introduciros en la familia de Dios. Mi Iglesia te espera y te ofrece la reconciliación. Hijos míos, si Me rechazáis en estos últimos días, no podré hacer nada para protegeros, pues habréis hecho vuestra elección cuando los demonios sean soltados del infierno para causar estragos en la tierra. No vaciléis más, pues no sabéis el día ni la hora en que vuestras vidas serán requeridas. Hijos míos de la luz, os llamo a las armas. Retomad la oración en estas horas finales. Rezad el Rosario y la Coronilla de la Divina Misericordia. Id a Misa y ofreced vuestras Comuniones por vuestros hermanos y hermanas que no caminan Conmigo. Rezad por su conversión. Rezad, rezad, rezad, hijos Míos. Fortaleceos con Mis Sacramentos y venid a adorarme en Mi presencia Eucarística, donde os colmo de muchas gracias. Estas gracias son necesarias, porque los tiempos en que vivís son verdaderamente funestos. Para Mis hijos que solían venir regularmente a la Adoración, volved ahora. Se están librando batallas por las almas. Mis pequeños, dejad de dejaros distraer por las cosas de este mundo. Si ocurriera algo desastroso a vuestro alrededor, os centraríais en asegurar vuestros hogares y tendríais a vuestros hijos cerca. Iríais a Misa y Me recibiríais en la Eucaristía. Correríais a confesaros. Hijos míos, no pensaríais en ir a un partido de fútbol, comprar baratijas e ir a discotecas. En un momento de urgencia o en medio de una calamidad inminente, no estaríais planeando vuestra próxima gran compra para llenar vuestras casas de los mejores lujos. No, no lo haríais. Llenaríais vuestras despensas de comida, reuniríais a vuestros hijos a vuestro alrededor y empezaríais a rezar. Esto es lo que debéis hacer ahora. No perdáis un tiempo precioso persiguiendo formas de entretenimiento y materialismo. Volved a una vida de sencillez, oración y amor. Ha llegado la hora de la urgencia, pobres hijos míos. El momento es ahora".

Jesús, por favor, mueve los obstáculos que quedan para construir la comunidad de Tu Madre. Señor, si las cosas son tan urgentes como Tú dices, y te creo que lo son, por favor, acelera la construcción de nuestra comunidad. ¿No es aquí donde nos quieres, Señor? ¿No debemos estar presentes y formados en la nueva forma de vida de Nuestra Señora para poder acoger a los niños pequeños que serán víctimas de las atrocidades? Señor, ¿qué hay de Tus santos hijos sacerdotes que nos has pedido que acojamos durante las persecuciones? Señor, ¿es Tu voluntad que tengamos tiempo para formar comunidad o los acontecimientos se descontrolarán antes de que podamos movernos? Jesús, confío en Ti. La urgencia en Tu tono de voz, la autoridad y el poder con que hablas me hacen pensar que no hay más tiempo. Señor, no se ha construido ni una sola de nuestras casas. No hay permisos de construcción, como Tú sabes. Señor Dios, ¿qué debemos hacer? ¿Debemos prepararnos para huir a los refugios que Tú has establecido o debemos continuar como Tú nos has llamado? No lo tengo muy claro, Señor, debido a la sensación de urgencia, que es comprensible. Las cosas son muy frágiles ahora, Señor. Parece que el más mínimo acontecimiento podría hacer que nuestra economía se hundiera desatando el miedo y el malestar. Las cosas podrían descontrolarse muy rápidamente, Señor. Creo que lo habrían hecho hace mucho tiempo de no ser por Tu Madre María y, sin embargo, ni siquiera hemos empezado a prepararnos para construir y trasladarnos a la comunidad. Señor, Tú debes ayudarnos. Me doy cuenta de que todo esto depende de tu tiempo, Señor, y me parece muy bien esperar todo el tiempo que Tú digas; sin embargo, Tú dices que hay poco tiempo. Jesús, ¿qué me dices al respecto?

"Hijo mío, no te equivoques, el tiempo de las tinieblas está sobre el mundo. Las cosas son tan inestables como dices. Tienes razón en lo que dices sobre el frágil estado de vuestra economía. Está siendo apuntalada como un castillo de naipes. Sin embargo, Yo tengo el control y, aunque los tiempos son calamitosos, y lo son, puedo mover montañas. Ninguna barrera es demasiado difícil para Mí, pues Yo soy Dios. Debes pasar a una nueva fase y, como te he ordenado, prepara tu casa. Debes estar preparado para moverte de un momento a otro en cuanto Yo dé la orden. Aún queda mucho por hacer por tu parte. Te pido más oración, un renovado sentido de concentración en el ayuno y Tu Jesús pide acción. Prepara ya tu casa para que estés listo para la mudanza. Te necesito a ti y a tu familia en posición pronto. Ten la seguridad de que Yo, Jesús, haré Mi parte para eliminar los últimos obstáculos. Lo que se necesita es confianza por tu parte y por parte de los que se trasladan a la comunidad. Éste es el tiempo de vuestra formación, hijos Míos, y sin embargo también es tiempo de más oración, ayuno y acción. Todos tenéis mucho que hacer para preparar a vuestras familias para la mudanza. Hay pocas familias que se estén preparando realmente. Piénsalo, hija Mía. Todos estáis esperando a que la comisión conceda el permiso cuando Mi propia Madre os ha llamado a cada uno de vosotros a Su comunidad. Por supuesto, me doy cuenta de que se necesitan ciertos permisos, pero confiad en Vuestro Dios para obtenerlos. Sólo unas pocas familias se han trasladado a la región donde Nuestra comunidad va a estar. Han confiado en Mi Madre lo suficiente como para trasladarse, arriesgando mucho en el proceso. ¿Qué estáis dispuestos a hacer, hijos Míos? Muchos de vosotros esperáis, pensando que os trasladaréis cuando vuestros negocios se vendan, cuando las cosas estén en perfecto orden, mientras la cultura se desmorona a vuestro alrededor. Tened fe. Salid con fe, Mis pequeños. Yo, vuestro Jesús, cuento con vosotros. Yo quitaré los obstáculos, pero vosotros no estáis en posición de empezar de una vez cuando Yo lo haga. Mostrad más confianza en Mí, hijos Míos. Preparaos ahora, confiando en que Yo eliminaré los últimos obstáculos justo a tiempo".

Señor, ¿estás diciendo que todos debemos trasladarnos allí ahora? Estoy confuso, Señor. ¿Debemos abandonarlo todo, cuando algunos tienen negocios que vender e hijos que atender antes de hacer una mudanza tan importante?

"Hija mía, pequeña mía, eso no es lo que pide Tu Jesús. Hay quienes tienen negocios que vender y comprendo lo que eso significa y lo mucho que implica. Lo que pido es que esos negocios se pongan a la venta ahora, y no dentro de uno o dos años. Hijos míos, preparaos ahora. No lo pospongáis hasta que todo esté listo, pues debéis estar preparados de antemano. Será demasiado tarde para empezar a prepararse para mudarse más tarde. Estas cosas llevan su tiempo y el proceso debe iniciarse ahora. Es un acto de fe y confianza vender ahora vuestras casas y negocios, pero el momento es urgente. El momento es ahora. Confía en Mí para tener las cosas preparadas por Mi parte. Tu confianza en Mí mueve montañas. Es mejor estar en la región lo antes posible, independientemente de lo que parezcan las cosas, pues esperar demasiado será muy perjudicial. Por eso, hija Mía, te he pedido que pongas tu casa en venta a finales de año. Confía en Tu Jesús, y todo irá bien para ti y para tu familia.

Ok, Jesús. Señor, por favor, ayuda a (nombres ocultos) a hacer lo necesario. Guíales, Señor. Ayúdales a estar abiertos a Tu dirección.

Bendita Madre, dirige a (nombres ocultos) por el camino que el Señor quiere que sigan. Son muchas las pruebas que estamos soportando, Madre querida desde que nos consagramos a Jesús a través de Tu Corazón Inmaculado. Sé que eres muy consciente de nuestras pruebas, Santa Madre. A veces éstas nos causan tanta distracción. Ayúdanos a oír la voz de Tu Hijo en medio de las pruebas, las persecuciones y el «ruido». Ayúdanos a ver el camino que debemos seguir para realizar la obra a la que Jesús nos ha invitado en servicio de Su reino. Somos pequeños y débiles, querida Madre. A menudo no vemos el camino que Nuestro Señor nos invita a seguir. Queremos seguir a Tu Hijo, querida Madre. Ayúdanos a hacerlo. Ayúdanos a escuchar las indicaciones de Nuestro Señor. Ayúdanos a rezar más, a ayunar más y a seguir el plan de Nuestro Señor.

"Hija mía, yo estoy contigo. Yo te dirijo. Te invito. Sigue a Mi Hijo. Él lo ha dispuesto todo para ti y lo que no está previsto debe ser actuado con fe. Tu respuesta a la dirección de Mi Hijo es vital para tu formación, la formación de Mi Comunidad que Mi Hijo ha permitido graciosamente. Esto fructificará, pues es el plan de Dios Padre. Él permite que el «cómo» lo lleve a cabo Yo en algunos casos, pues es muy generoso y misericordioso. Como estás aprendiendo, Nuestro Señor permite la participación. La acoge. Se podría decir que la exige, pero sólo por nuestro libre albedrío. Dios Padre no coacciona ni manipula. Mi Hijo es muy generoso e invita. Llama, corteja a Sus hijos, pero nunca jamás ha obligado a nadie a seguirle o a seguir Su consejo. Todo lo que Dios hace, lo hace en el amor. Así pues, por amor debes responder. Por amor, puedes decir: 'Señor, haremos lo que Tú digas, porque confiamos en Ti. Te amamos. Sólo queremos complacerte'. De ese modo, el poder de Dios se desata y Él hará lo que sea necesario para eliminar todos y cada uno de los obstáculos. Rezad, hijos míos, y confiad. Mi Hijo es digno de vuestra completa fidelidad y confianza. Lo sé y os lo digo. Hijos míos, no hay nada que Él no haga por vosotros. Pero no esperéis a verlo. Confiad primero en Él y actuad, siempre, siempre mediante la oración y la guía del Espíritu Santo. No tenéis nada que temer. Sin embargo, te insto a que resistas la tentación de la autocomplacencia, y también la tentación de preocuparte por tu trabajo, y de procrastinar los preparativos necesarios. Pon a Dios en primer lugar. Busca Su reino. Busca Su voluntad por encima de la tuya. Ése es el camino más seguro hacia la santidad. Pregunta siempre qué quiere Mi Hijo que hagas, qué quiere que digas. Escúchale. Actúa según Su guía para que te vaya bien. Se acerca un gran castigo, hijos míos, y no sólo intentamos prepararos para que lo soportéis, sino también para que estéis en condiciones de ayudar a vuestros hermanos y hermanas, pues así podréis vivir los valores del Evangelio. Eso es todo, hijitos Míos. Es así de sencillo y, sin embargo, se requiere fe y confianza. Empezad ahora, para que estéis exactamente donde Dios os pide y estéis preparados para cumplir Su misión. Os amo y os agradezco vuestra consagración. Te cubro con Mi Manto de Protección, bajo el cual podrás soportar las tormentas más difíciles. Aunque os zarandeen, ni un solo cabello sufrirá daño si elegís permanecer bajo Mi Manto. Venid, hijos Míos, al refugio de Mi corazón. No perderé ni a un solo hijo que esté en Mi corazón. Lo sé porque Dios mismo Me lo ha revelado. Él es un Padre bueno y misericordioso. Permaneced en Mi corazón queridos hijos. Llevad vuestras cargas un poco más, porque lleváis a vuestros hermanos y hermanas que no llevan sus propias cruces. Debéis llevar las vuestras y las suyas también durante un tiempo. No os preocupéis por ser demasiado débiles, pues sólo tenéis que pedir ayuda al Cielo y a vuestros ángeles guardianes. Estas cargas son pesadas, pero no cuando pides ayuda a los ángeles y a los santos. Todo el Cielo está listo y preparado para ayudarte. Todo el Cielo ha sido preparado e informado sobre los tiempos que vive la Iglesia militante. Sólo tenéis que pedir ayuda, gracia, y os será concedida. Hijos míos, Mis hijos remanentes del Dios Vivo, debéis ser santos para difundir la luz de Mi Hijo, Su amor. Él os ha pedido en muchas ocasiones que seáis amor, que seáis luz, que seáis misericordia. Os pido también que seáis confianza. Os doy las gracias, hijos Míos. Os amo. Escuchad a Mi Hijo".

Gracias, Bendita Madre de Dios. Gracias por ser nuestra Madre espiritual. Te amamos y Te necesitamos en este valle de lágrimas. Quédate con nosotros querida Madre, pues la hora es ciertamente oscura. La oscuridad nos rodea, pero mantendremos nuestros ojos en Ti y Tú nos llevarás a Jesús. Podemos caminar a través de tormentas cegadoras mientras Tú sostengas nuestras manos y nos guíes. Gracias por mostrarnos el camino hacia Jesús. Gracias por llamarnos de nuevo a Tu Hijo. Llévanos pronto al nuevo camino de la vida, Madre querida. Ayúdanos a tener más confianza en Dios. Danos las gracias para amar heroicamente y para derramar nuestras vidas al servicio de Dios. Damos nuestro «sí» Madre querida tan pura.

Señor, gracias por compartir a Tu Madre con nosotros.

"De nada, hija mía. ¿Ha vuelto ya tu paz?"

Sí, Señor. Sólo el sonido de la voz de Tu hermosa Madre María me tranquiliza y me llena de paz. Mi alma y mi corazón se tranquilizan y se relajan cuando ella habla. Ella es tan hermosa y pura. Ella es amor. Gracias, mi Señor y mi Dios.

"De nada, hija Mía. Todos Mis hijos tienen parte en Mi Santa Madre María. No niego nada a Mis hijos; ni siquiera a Mi propia Madre".

Gracias, Jesús. Eres todo bondad y verdaderamente merecedor de todo nuestro amor. Jesús, ¿tienes algo más que decirme?

"Sí, hija Mía. Renovad vuestro fervor en la oración y en el ayuno. El ayuno puede hacer que vuestros cuerpos se sientan débiles durante el día, pero fortalece vuestra voluntad y vuestra alma. Esto es necesario para tu formación y será la fuerza necesaria en el futuro. Aporto muchas gracias a las almas que ayunan. Tus oraciones son aún más fuertes en estos días de ayuno. No bajéis la guardia ni seáis negligentes en el ayuno. Este es el momento de fortaleceros en la oración, pues en tiempos futuros recurriréis a estas gracias que se están almacenando ahora."

¡Gracias, Señor! Señor, ¿es verdad lo que oí ayer sobre Isis?

"No del todo, hija, aunque era parcialmente cierto. Tu gobierno no planeó Isis. Baste decir que ve ventajas en alinearse con este horrible grupo malvado que no escatima piedad, ni siquiera con los más inocentes. Este grupo intrínsecamente malvado de seguidores de Mi adversario se deleita en los crímenes más violentos. Su odio se alimenta de sangre. Tu gobierno, en su corrupción y poder, ha considerado oportuno utilizar a este grupo maligno en su propio beneficio. No diré nada más sobre esto ahora, corderito Mío. Me doy cuenta de que esto es una gran decepción e incluso te choca. Es una pequeña muestra de la profundidad de la maldad a la que ha llegado tu gobierno. Te digo que Mis inocentes hijitos, los bebés, los niños pequeños, los niños menores de la edad de la razón claman a Mí, su Jesús. Sus voces puras claman al Cielo pidiendo misericordia y justicia. La misericordia y la justicia serán suyas. Todo llegará pronto a su clímax, Mis hijos de la luz. Continuad al servicio de vuestro Señor y de vuestros hermanos y hermanas. Permaneced en el camino que os he trazado, pues os repito que hay almas en juego.

Esto es todo por ahora, hija Mía. Os amo y os doy las gracias, hijos Míos, por vuestro amor, fidelidad y servicio. Mantened vuestros ojos en Mí y vuestro rostro hacia el Cielo. Contemplad Mi misericordia, Mi

Sagrado Corazón. Contemplad la riqueza del jardín del corazón de Mi Madre. Su Corazón es Inmaculado y alimenta vuestras almas. Permaneced cerca de Ella. Rezad en vuestras familias como os he enseñado a hacer y preparaos para vuestro traslado. Os amo y os bendigo en el nombre de Mi Padre, en Mi nombre y en el nombre de Mi Espíritu Santo. Acordaos de pedir oraciones y gracias a los santos que os he asignado, pues se necesitan muchas gracias en estos tiempos tan urgentes. Todo irá bien".

Gracias, Jesús. Por favor, Señor, acompáñame al comenzar la semana laboral. Ayúdame a soportar todas las pruebas con dignidad y gracia. Te invito a entrar en cada reunión y en cada conversación, Señor. Guíanos, guárdanos y dirígenos, Señor, para que sigamos adelante en Tu santa y perfecta voluntad. Señor, por favor, acompaña al Santo Padre, el Papa Francisco. Bendícelo y dirígelo en este tiempo tan difícil de persecución. Te amamos, Jesús.

«Y yo te amo».

Origen: ➥ www.childrenoftherenewal.com

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