sábado, 23 de abril de 2022

El dolor insoportable que esta guerra da a nuestro Señor

Mensaje de Nuestro Señor a Valentina Papagna en Sydney, Australia

Eran como las tres y media de la tarde cuando empecé a rezar la Coronilla de la Divina Misericordia. Mientras rezaba, de repente se me apareció Nuestro Señor Jesús.

Él dijo: «¿Sabes que ahora mismo Putin Me da tanto dolor; no con Mi Corona de Espinas, que recibí durante Mi Pasión que fue tan insoportablemente dolorosa, por la que pasé, sino que él Me duele ahora directamente a Mi Sagrado Corazón, que es tan doloroso. Con sus brutales asesinatos y la destrucción que está haciendo a la gente inocente y a los niños pequeños.»

"Rezad para que entre Mi Misericordia y rezad para que con Mi Misericordia descienda la paz. Así Me consolarás».

Señor, ten piedad del mundo entero.

Entonces tuve una visión. De repente apareció el ángel, y nos encontramos caminando por este valle, a lo largo de un hermoso camino recto, como un allée, bordeado de árboles tanto a la izquierda como a la derecha.

Luego llegamos a otra parte de este larguísimo camino, que se prolongaba kilómetros y kilómetros. Los árboles estaban quemados, negros como el carbón, como si los hubieran incinerado. Sólo quedaban los tocones altos a ambos lados de la carretera.

Le dije al ángel: «¿Qué representa todo esto? Parece muy deprimente».

El ángel respondió: «Te lo mostraré».

«Caminas por el Valle de la Muerte. Durante esta guerra, si Rusia decide lanzar un misil, el misil atómico, esto es lo que ocurrirá. No sólo le pasará a los árboles y a la naturaleza, sino que le pasará a la gente. Y puede ocurrir en cualquier momento».

«También representa que si esto sucede, muchas personas morirán sin arrepentirse , y sus almas estarán secas también, y negras como los tocones de los árboles, sin Dios».

Yo dije: «Oh, esto es horrible».

El ángel dijo: «Valentina, debes proclamar la Misericordia de Dios mientras puedas. Dile a la gente que se arrepienta, que se reconcilie con Dios y que cambie su forma de vida, porque todo esto puede suceder. Reza, para que nuestro Señor ponga su Mano Todopoderosa aquí para detener esto porque ellos quieren hacerlo».

Este lugar era siempre tan deprimente. Era una desolación total, como después de un bombardeo en una zona, y todo lo que queda ha sido incinerado. Aquí sólo quedaban los tocones de los árboles, sobresaliendo del suelo todo negro.

Los árboles debían de ser preciosos cuando eran de un verde exuberante. La alameda de hermosos árboles altos, y una hermosa carretera, y luego, todo fue incinerado. Vivimos tiempos en los que damos todo por sentado. Debemos rezar por el mundo y para que nuestro Señor intervenga.

Origen: ➥ valentina-sydneyseer.com.au