Mensajes de diversas orígenes
lunes, 20 de mayo de 2024
Yo Ayudo, Salvo, Libero, Curo a Quien Me Invoca
Mensaje de María Stella Maris a Mario D'Ignazio en Brindisi, Italia, el 3 de febrero de 2024
Amadas almas, almas consoladoras de Jesús en Getsemaní, soy Yo, la Estrella del Mar. Oradme, Yo os ayudaré. En esta revelación particular Me presento con muchos Apelativos, para recordaros quién soy.
¿Estás afligido? Invócame.
¿Estás desanimado? Invócame.
¿Estás en pecado? Ruégame.
¿Crees que no te ayudaré? Ayudo, salvo, libero, curo a quien Me invoca. ¿Estás solo? Ruégame.
¿Estás afligido, enfermo, perezoso, desafiado, perdido, tambaleante? Reza a Mí.
Ayudo a los que Me rezan e imploran. Puedo salvar incluso a los pecadores empedernidos. Puedo salvar a las almas cercanas al infierno. Basta con que Me llames Stella Maris.
Verás, el pecado está en todos. Desfigura.
Ves, el pecado está en las almas porque Satanás trabaja en tus puntos débiles, en las heridas, allí Ataca..... Si no las curas, sabrá dónde encontrar terreno fértil. Son aberturas para él. Las heridas, los traumas son grietas para él. Cura las heridas rezándome a Mí.
Satanás es astuto, taimado y sabe dónde aferrarse para condenarte. Satanás es adulación, mundo, rebelión, odio, envidia, profanación, blasfemia, blasfemia. Él es el Mal.
Satanás está furioso. Quiere perder almas, engañar, condenar a todos. Seduce y desfigura cada vez más a las almas. Los que están solos serán los más tentados.
Venid a Mí Estrella del Mar, Yo os ayudaré.
Sigue a Fátima, Brindisi, y conviértete a Mí y a Jesús cada vez más.
¡Oh Masonería, bestia salvaje, lo que está preparando en el Vaticano!
El Nuevo Orden Mundial se establecerá, pero luego será destruido por Nosotros los del Cielo.
Os bendigo a todos, hijos Míos. Rezadme, Amén.
Oración a María Stella Maris
Oh Brillante Estrella del Mar, María Madre de Dios y madre mía, ven y sálvame de los impíos y de la iglesia herética de Satanás.
Sálvame de la satánica impostura romana.
Oh gloriosa Estrella del Mar conviérteme, cúrame, líbrame, purifícame, gobiérname.
Me encomiendo a Ti para que me salves del Infierno eterno.
Intercede por mí, pobre pecador necesitado de Tu perdón maternal.
Amén.
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