Mis queridos y amados hijos, con vosotros he permanecido hoy de nuevo en oración y, a través de Mi dócil y amado instrumento, os invito a ser vuestra propia oración.
Hijos míos, os exhorto a vivir siempre en gracia de Dios, a guardar los mandamientos que Dios os ha dado y a seguir el Santo Evangelio de Jesús, que es vuestra esperanza y la del mundo.
Amados hijos, os invito a vivir Mi mensaje, dado aquí, llevándolo al mundo, llevándolo a todos los que encontréis sin preocuparos de dónde caerá la semilla de vuestro testimonio, ¡testificad siempre! Dios siempre bendice cuando dais testimonio con fe, sencillez, humildad, amor y caridad.
Os bendigo hoy a todos de todo corazón, especialmente a los que sufren en cuerpo y espíritu... en el nombre de Dios que es Padre, Dios que es Hijo, Dios que es Espíritu de Amor. Amén.
Os beso y os estrecho contra Mi Corazón. Ciao, hijos Míos.
Origen: ➥ MammaDellAmore.it