Pequeños hijos de mi corazón, la paz de Dios esté con ustedes, y mi protección maternal siempre los acompañe.
Cada día que pasa los eventos descritos en la Sagrada Palabra de Dios se acercan más a la humanidad. El brazo de mi Padre ha comenzado a caer sobre muchas naciones: gritos de guerra comienzan a escucharse, el hombre en su egoísmo y orgullo traerá muerte y desolación. Oren mis pequeños hijos, porque los reyes del mundo han acordado exterminar gran parte de la humanidad. Todos los conflictos internos en muchas naciones desencadenarán guerras; todo está orquestado y planeado por los emisarios del mal, quieren desestabilizar la paz e iniciar una tercera guerra mundial.
Detrás de todo esto están mi adversario y sus agentes terrenales que están buscando terminar con una gran parte de la población mundial. Existe una conspiración para iniciar una guerra a gran escala, que puede ser catastrófica para la creación y la humanidad. Pequeños hijos les anuncio con tristeza que dentro del Vaticano hay fuerzas oscuras que quieren desestabilizar mi Iglesia y desencadenar un cisma eclesiástico; traerá nefastas consecuencias al mundo católico. Muchas almas de mis preferidos se perderían por desobediencia, muchos que quieren una nueva iglesia aparte del evangelio y la doctrina de Mi Hijo.
Les pido de nuevo que oren por nuestro Benedicto porque tantos dentro del Vaticano están buscando acortar sus días de papado, para sentar a un nuevo papa en la silla de San Pedro; aludiendo a la precaria salud del papa por no poder liderar la iglesia. Sentarían en la silla de San Pedro a un nuevo papa, que no seguirá las enseñanzas del Espíritu y no será elegido bajo la Luz de Dios o la sabiduría de Dios. Sería un papa elegido por cardenales rebeldes bajo la orientación de mi adversario. Desencadenará un cisma; la iglesia se dividirá en dos lados, uno leal al papa actual y otro leal al papa rebelde. Oren mis hijos para que esto no suceda antes del tiempo señalado por la Voluntad de Dios. Hagan una cadena de oración a nivel global del Santo Rosario para frenar el curso de estos inminentes eventos que están a punto de desarrollarse. De nuevo, les digo: la sucesión de conflictos armados en diferentes países desencadenará la guerra. La división interna de la iglesia traerá cisma y la aparición del ser de iniquidad antes de lo que ha sido profetizado. Pequeños hijos no me abandonen, oren mi Santo Rosario para detener los planes de mi adversario y sus agentes del mal. Hago un llamado urgente a mis fieles preferidos al sacerdocio, todas las legiones con mi nombre, ejército militante, religiosos, almas consagradas, y al mundo católico en general. Es tiempo para que los acompañen a esta Madre en el camino a la Calvary. Que la paz de Dios inunde sus corazones y la Luz del Espíritu los guíe a la verdad.
Su Madre: María, Señora de todas las naciones.
Hagan conocer mis mensajes a toda la humanidad.