martes, 27 de abril de 1999

Martes, 27 de abril de 1999

Mensaje de Jesucristo dado a la Visionaria Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

"Soy tu Jesús, nacido Encarnado. Ven a Mi Amor Divino. Hoy, he venido a ayudarte a entender la virtud de la oración. Así como el rayo de sol brilla desde el Cielo e invita a la flor a abrirse y florecer, así cada inspiración a orar es una invitación - una llamada - de Mi Amor Divino a la oración. Con demasiada frecuencia Mis invitaciones quedan sin respuesta, pues Satanás se opone a la oración más que a cualquier otro bien. Mira el mundo a tu alrededor. Dondequiera que se ha desalentado la oración, el mal ha tomado el control. En las familias el adversario ha podido dividir, pues pocas familias oran juntas. En las escuelas donde se prohibió la oración, ahora tienes drogas y violencia. En los órganos de gobierno en lugar de oración tienes el aborto legalizado. Incluso aquí en esta misión donde la oración es el pilar fundamental, algunos te temen y otros te miran con recelo. Los que vienen a menudo y apoyan el esfuerzo de oración deben ser elogiados por su perseverancia y fortaleza."

"Cada oración marca una diferencia en el mundo y en el equilibrio entre el bien y el mal. La oración que surge de un corazón lleno de Amor Santo es la más digna. Este tipo de oración une, convierte, cambia a las personas y los eventos, santifica y hace completo."

"Una vida de oración es, en verdad, una misión en sí misma. Es una llamada del Amor Divino."