miércoles, 5 de enero de 2000

Mensaje Mensual a Todo Pueblo y Cada Nación

Mensaje de Jesucristo dado a la Visionaria Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

Jesús y la Santísima Madre están aquí. Sus Corazones están expuestos. La Santísima Madre dice: "Alabado sea Jesús."

Jesús: "Soy tu Jesús, nacido Encarnado. Muchas personas vienen aquí y se sienten atraídas a este sitio predilecto debido a las especiales gracias exteriores abundantes aquí - las Luces Celestiales, la señal de vida en la estatua de los Dolores de Mi Madre, las numerosas curaciones y fotografías milagrosas. Todas estas cosas y más se dan, no en sí mismas, sino para atraer a las almas a la razón detrás de las apariciones, es decir, el mensaje en sí. Algunos vienen solo por lo que pueden recibir del Cielo, pero se niegan a darme sus corazones."

"Es a través de este mensaje de Amor Santo y Divino que el Cielo abre la puerta a la salvación. Es a través de este mensaje que se revelan las cámaras más íntimas de Mi Corazón."

"Es viviendo este mensaje que la humanidad se reconcilia con su Creador. Es difundiendo este mensaje que el mundo se acerca al triunfo de Nuestros Corazones Unidos y la Nueva Jerusalén."

"Si permaneces inconvincente por lo que ves y sientes aquí, te digo, has venido con un deseo en tu corazón de no creer. Esto Me hiere. Hiere el Corazón de Mi Madre. Tal predisposición no es del Cielo."

"Hay otros corazones que también Me ofenden mucho. Estos son los corazones hipócritas que leen todos los mensajes pero no actúan en consecuencia. No viven el mensaje de Amor Santo y Divino."

"Luego, está el corazón que en nombre del discernimiento se niega a creer. El discernimiento es reunir todos los hechos y basar una conclusión en la verdad. Pero no saques conclusiones basadas en rumores. No juzgues precipitadamente sin conocer el mensaje que he venido a revelar aquí. Mi único propósito para extender el favor aquí es el mensaje de Amor Santo y Divino. Permite que este mensaje entre en tus corazones y en tus vidas."

"Mis hermanos y hermanas, así es como deseo que vengáis a este sitio de oración: con vuestros corazones abiertos y vuestro libre albedrío entregado a la Voluntad Divina de Mi Padre Eterno."

"Estad preparados para hacer cambios en vuestras vidas y en vuestros corazones a medida que vuestras conciencias se convencen en cuanto a vuestras debilidades espirituales. Estoy listo para verter más gracia en cada corazón de lo que jamás se podría anticipar, cuando vengan así preparados." La Bendición de los Corazones Unidos es dada.