sábado, 5 de junio de 2004

Mensaje Mensual a Todo Pueblo y Cada Nación

Mensaje de Jesucristo dado a la Visionaria Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

Jesús y la Santísima Madre están aquí con Sus Corazones expuestos. La Santísima Madre dice: "Alabado sea Jesús." Ambos asienten con la Cabeza hacia los sacerdotes; entonces Jesús los bendice.

Jesús: "Soy tu Jesús, nacido Encarnado. Queridos hermanos y hermanas, que nadie os desanime de venir aquí. La integridad de esta Misión no descansa en ninguna aprobación de altos funcionarios en la tierra, sino en la gracia del Mensaje que resulta en abundantes frutos en y a través de la Misión misma. Todos estos vienen a vosotros con la aprobación del Cielo."

"Aquellos que eligen la incredulidad sobre la fe siempre tendrán sus corazones atados a la tierra buscando lo negativo. Aquellos que eligen rendirse al Amor Santo y Divino serán abundantemente bendecidos. Orad por la sencillez de corazón, pues sobre estos es sobre quienes yo derramo las mayores gracias."

"Hoy, Mis fieles corderos, os digo que la humanidad se tambalea al borde de Mi Justicia. Nunca antes la sociedad se ha hundido hasta tal degeneración moral como para aprobar legalmente el matrimonio entre personas del mismo sexo. Esto habría sido impensable una generación atrás, pero hoy este grave pecado se pavonea como una libertad--un derecho."

"Es a través de vuestros esfuerzos por vivir en el Amor Santo que la familia será restaurada a la dignidad. El que vive más lejos del Corazón de Mi Madre, que es el Amor Santo, es a quien yo llamo con la más profunda misericordia. No perdáis el tiempo rumiando sobre pecados pasados. Entregadme el momento presente envuelto en amor."

"Guerras, desastres naturales y enfermedades sin precedentes se intensificarán hasta que el amor sea aceptado en los corazones y haya armonía entre el Cielo y la tierra. No os distraigáis con estas cosas que son síntomas de una sociedad enferma, sino remedien la causa difundiendo los Mensajes del Amor Santo y Divino."

"Hoy, una vez más vengo a pediros vuestra completa rendición a la Llama del Amor Santo que es el Inmaculado Corazón de Mi Madre. Porque este es el precepto del Cielo hacia vuestra propia salvación. Si las familias, los gobiernos y las naciones se pusieran bajo la protección de esta Llama purificadora, veríamos el fin de la degeneración de la integridad moral. Los desastres naturales, las guerras y las enfermedades llegarían a su fin, y yo sería triunfante."

"Os estamos bendiciendo con Nuestra Bendición de Nuestros Corazones Unidos."