jueves, 22 de mayo de 2014

Jueves, 22 De Mayo De 2014

Mensaje de Jesucristo dado a la vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, Usa

«Yo soy tu Jesús, nacido Encarnado».

"En verdad os digo que los Mandamientos se cumplen en y por el Amor Santo, pues el Amor Santo es el abrazo de todos los Mandamientos. Todo pecado es una transgresión del Amor Santo. No hay rectitud, santidad ni santificación fuera del Amor Santo".

"Los que se oponen a esta Misión del Amor Santo se oponen a Mí. Traen la desgracia sobre sí mismos, pues no abrazan la Verdad, ni buscan sinceramente la Verdad."

"Los incrédulos necesitan muchas oraciones, pues han inventado falsas razones para volverse contra Mí. En el mejor de los casos, hacen un estudio superficial de estos Mensajes profundos con una opinión predeterminada sobre su falta de valor. Reza por los incrédulos, pues no aceptan la responsabilidad de los errores que propagan. Hay mucho que decir aquí sobre los males de la envidia espiritual y el orgullo espiritual, pero ya he hablado de ello contigo."

«Comprended que este falso discernimiento es una secuela de los pecados de la envidia y el orgullo, que mantienen cautivos a muchos que necesitan la conversión.»

«Reza por estos incrédulos».

Lee 1 Juan 2: 1-6

"Hijitos míos, os escribo esto para que no pequéis; pero si alguno peca, tenemos un abogado ante el Padre, Jesucristo el justo; y Él es la expiación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. Y por esto podemos estar seguros de que Le conocemos, si guardamos Sus Mandamientos. Quien dice «Le conozco», pero desobedece Sus Mandamientos, es un mentiroso, y la Verdad no está en él; pero quien guarda Su Palabra, en él se perfecciona verdaderamente el amor a Dios. En esto podemos estar seguros de que estamos en Él: quien dice que permanece en Él debe andar como Él anduvo".

Lee 1 Tesalonicenses 2:13

«Y también damos constantemente gracias a Dios por esto: porque cuando recibisteis la Palabra de Dios que oísteis de nosotros, la aceptasteis no como palabra de hombres, sino como realmente es, la Palabra de Dios, que actúa en vosotros, creyentes.»