jueves, 20 de febrero de 1997

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Manaus, AM, Brasil

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos: Yo soy la Reina de la paz y la madre del cielo. Oren, oren, oren y conviértanse, porque mi Hijo Jesús desea mucho su conversión y su regreso.

Queridos hijos, todavía no entienden mi venida celestial entre ustedes, porque muchos de ustedes no viven mis Santos Mensajes como deberían. Los invito a renovar sus corazones, dejando su vida de pecado y arrepintiéndose sinceramente de todas sus faltas. Oren, porque cuando oran, se vuelven más hermosos a mis ojos, los ojos de la madre, y los ojos de Dios. Los amo y les digo: conviértanse y crean en mis llamados, porque son urgentes.

Los bendigo a todos: ¡En el Nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo Amén! ¡Nos vemos pronto!

MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO (El 21.02.07 a Edson Glauber en Manaus-AM)

Mi Santa Paz y la paz de mi Santísima Madre estén con todos ustedes

Queridos hijos: Deseo esta tarde darles mi bendición y mi Santo Amor. Estoy feliz por su presencia y por sus oraciones a Mi Querida Madre Celestial. Sepan, Mis hijos, que con sus oraciones están perfumando Mi Santo Trono en el Cielo. Con sus oraciones Me coronan, su Dios y Mi Santísima Madre. Deseo decirles que estoy aquí para concederles toda gracia. Pidan con fe y siempre estaré a su lado para ayudarles en lo que necesiten.

Hijos, abran sus corazones para que puedan ser totalmente renovados por mi Santo Amor. Los amo, los amo, los amo mis pequeños. Los bendigo a todos: En el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. ¡Nos vemos pronto, Mis Ángeles! Escuchen lo que Mi Santísima Madre tiene que decirles.

Inmediatamente después, Nuestra Señora transmitió el siguiente mensaje:

La paz de Jesús a todos ustedes, ¡Mis queridos hijos!

Gloria a Dios Nuestro Señor y bendito sea Su Santo Nombre.

Queridos hijos: como Su Madre deseo, junto con mi hijo Jesús, guiarlos a la Gloria Celestial, para que todos ustedes puedan experimentar la verdadera felicidad y la vida eterna.

Queridos hijos, escúchenme. Conviértanse. Los tiempos son graves. Deben vivir una profunda vida de oración y conversión. Hoy, Yo y Mi Hijo Jesús estamos aquí porque deseamos darles toda gracia. Consagrense a nuestros Sagrados Corazones, y así todos ustedes estarán protegidos contra todos los males y peligros. Oren, oren, oren. Los bendigo a todos: en el Nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. ¡Nos vemos pronto!

MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN