viernes, 23 de enero de 1998

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡Alabado sea Nuestro Señor Jesucristo!

Hijo mío, sigue orando, pues cada día mis planes se están haciendo realidad. Mi Inmaculado Corazón guiará a todos aquellos que verdaderamente se entreguen a mí. Aquí en el Amazonas Dios tiene grandes planes para cumplir. Esfuérzate día tras día por hacer la voluntad de Dios. Sé el apóstol del Señor llevando Su Santa Palabra a todos los hombres.

Hijo, entrégate a mí y yo seré tu educador. Soy Yo quien guía todo. En esta obra de Dios prepararé todo según lo que el Señor quiere. ¡Cuántas almas serán iluminadas por Dios! El Espíritu Santo ya desea descender poderosamente sobre la faz de la tierra. El segundo Pentecostés se hace más presente cada día. Guiados por el Espíritu Santo todos los hombres glorificarán a Dios y la paz y la unidad reinarán sobre la faz de la tierra.

Soy la Madre de la Divina Providencia. Pon todo en mis manos, incluso tus dificultades, y deja que tu Madre Celestial lo resuelva todo. Tú, por tu parte, procura vivir la oración, y siempre estate unido a Dios. Yo velo por cada uno de mis hijos con mis ojos de Madre y los cuido a todos con amor y afecto. Ven siempre cerca de mí, bajo mi manto. Aquí está tu refugio. Te digo de nuevo: no temas nada ante mí. Ten siempre confianza, ¡pues el Señor está contigo! Te bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. ¡Hasta pronto!