Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil
jueves, 6 de febrero de 2014
Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡Paz mis queridos hijos, paz!
Vengo del cielo para acogeros en mi Corazón Materno lleno de gracia y de amor. Dios os llama a la conversión a través de mí, vuestra Madre. Acoged el amor de Dios en vuestras vidas, liberándoos de una vida de pecado y falta de perdón.
Amad, hijos míos, porque el amor transforma vuestras vidas y hace que vuestras almas sean más bellas para Dios.
No cerréis ni endurezcáis vuestros corazones al grito de mi voz, que os llama a volver al camino del Señor, que conduce al cielo.
Renovad vuestros propósitos de conversión para ser hijos que saben honrar y santificar el Santo Nombre de Dios y Sus obras celestiales.
Rezad, rezad para que el mal no triunfe nunca en vuestras vidas, sino que prevalezca siempre el Santo amor de Dios.
Me he dedicado durante muchos años a vuestra felicidad y salvación. No seáis egoístas y duros de corazón cuando Dios os pida que le ayudéis. ¿Aún no habéis aprendido a sacrificaros por el Reino de los Cielos y a darlo todo al Señor? ¡Cambiad, cambiad, cambiad!
Os amo y deseo el bien espiritual de cada uno de vosotros. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hoy, cuando vino la Virgen, dijo
Hijo mío Edson, ¡recibe hoy mi abrazo!...Este abrazo es también para todos mis hijos, porque los amo.
No pude contener las lágrimas. Echaba de menos a Nuestra Señora. Parecía que hacía 100 años que no la veía, y cuando se fue, su amor y sus palabras dulces y maternales y el fuerte sentimiento de su abrazo permanecieron en mi corazón. Durante la aparición parecía que todo se detenía a mi alrededor y sólo quedaba aquel momento maravilloso del encuentro con la Virgen. Sentí que mi corazón y mi alma se llenaban de nuevas fuerzas para dedicarme y esforzarme por el Reino de Dios y ayudar cada vez más en la salvación de las almas.
Llegaron a mi corazón y a mi mente palabras de aliento del corazón maternal de la Virgen:
Aunque todo se desmorone y caiga a tu derecha o a tu izquierda; delante de ti o detrás de ti, ¡no temas nada!... Dios está contigo y Yo, tu Madre, también estoy contigo y nunca te abandonaré. No temas nada, ¡nunca! ¡El amor de Dios es más poderoso que nada! Sólo cree y verás la poderosa acción de Dios y cómo se realizan Sus maravillas.
Cuando la Virgen se fue, sentí como si se hubiera llevado mi corazón para dárselo a Jesús, para que lo calentara con su amor divino. Fue algo que no puedo explicar con palabras. Sólo permanecerá en mi memoria hasta el final de mi vida.
Orígenes:
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