Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
miércoles, 17 de octubre de 2001
Mensaje de Nuestra Señora

Hijo mío, dile al mundo que estoy muy triste, porque no escuchaste Mis Llamadas. Cada día la situación del mundo empeora más y más, porque la humanidad se niega a regresar a DIOS.
Cada vez se le da menos importancia a la Eucaristía, y tanto como sea posible se intenta hacer desaparecer las oraciones del Santo Rosario y los corazones y las familias.
Si la humanidad no hace penitencia pronto, un GRAN CASTIGO caerá sobre ella.
He hecho repetidas llamadas para la conversión del mundo, desde La Salette hasta el día de hoy, pero no he sido escuchada.
Aparecí en Medjugorje pidiendo la Paz, pero, comenzando desde Yugoslavia mismo, no me escucharon. Llegó la guerra, muchas almas se perdieron y, sin embargo, la humanidad no entendió que esa guerra fue una SEÑAL de que si todos no se convierten, todos perecerán de la misma manera.
Luego aparecí en Kibeho (Ruanda-África), advirtiendo de la guerra en esa región. No me escucharon. Llegó la guerra, muchos perecieron y, sin embargo, el mundo no quiso entenderme.
Finalmente, APARECÍ aquí en Jacareí, diez años antes, para advertir de los graves conflictos que pesaban sobre el mundo, y para pedir oración y penitencia. Y de nuevo, no me escucharon.
¿Hasta cuándo, Mis hijos? ¿Hasta cuándo tendré que advertirles?
Diles, hijo mío, que con cada día que pasa el número de pecados aumenta más y más, y que el número de oraciones y sacrificios se vuelve cada vez más insuficiente para detener la JUSTICIA DIVINA de golpear a este mundo, que constantemente provoca e insulta.
Hijo mío, si vieras cuántas almas se pierden en un día, morirías de tristeza y dolor. Es este Dolor el que tengo que soportar PROFUNDAMENTE, porque no encuentro una respuesta en las almas a Mis Angustiadas Llamadas Maternas".
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