Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil

 

sábado, 17 de noviembre de 2007

Mensaje de la Muy Santa María

 

Marcos, hijo muy amado, te bendigo hoy con todos aquellos que sinceramente vinieron a orar, a consolar Nuestros Corazones y a secar Nuestras Lágrimas a través del disgusto y la reparación.

Todos debéis saber que Mi Inmaculado Corazón os desea un desapego total, sin el cual no puedo guiaros por el camino de la perfección y la santidad.

Debéis estar desapegados de todo, porque el hombre que se apega a algo, cuando lo pierde, pronto se nubla en su corazón; y allí entra Satanás que pone el alma en constante agitación y la lleva al torbellino de ilusiones y engaños a través del cual el alma se aparta de DIOS; se aparta de Mí y del plan divino que tenemos para ella. ¡Debemos, entonces, desapegarnos de todo!

El hombre que lucha contra sí mismo todo el día para desapegarse de algo es más que el que predicó un año entero a los hombres, pero mantuvo apegos en su corazón. Porque él, aunque quizás libre de otros, permanece apegado a sus apegos y, por lo tanto, permanece esclavo. El primer no, el primero que se libera ya no es esclavo, como un pájaro libre puede volar.

Por supuesto, enseñar a otros la Santa Ley de DIOS es bueno, pero el que enseña debe primero estar libre de todos los apegos, intereses y objetivos que manchan y corrompen las intenciones y la voluntad, para que sólo entonces pueda ayudar a otros a ser libres y fieles también.

Es más importante aprovechar al hombre, hacer la guerra contra sus defectos un día, que levantar a los muertos por todo el mundo ante los ojos de todos; porque una vez que los muertos son levantados, el momento pasa y sólo queda un mero recuerdo. Pero al hombre que hace la guerra contra sí mismo, buscando mortificar su voluntad, el fruto de esto permanece para toda la vida.

Es necesario hacer la guerra contra los defectos contra los apegos, el amor propio y todo lo que nubla el esplendor de tu alma y lo oscurece.

Estoy con vosotros, en todo momento para ayudaros a escalar esa empinada montaña de la santidad! Sembraré flores para vosotros a lo largo del camino para que vosotros, Mis hijos, sigáis y escaléis el camino que vuestra Madre os deja y así no cometáis errores en el camino!

Estoy siempre con vosotros y quiero que vuestras oraciones continúen; pidiendo la gracia del desapego, pidiendo la virtud de la Magnificencia, pidiendo la virtud de la justicia, pidiendo la virtud de la religión, pidiendo la virtud de la paciencia, pidiendo la virtud de la conformidad con la santa voluntad de DIOS, pidiendo la virtud del abandono total, la rendición y el desapego de vuestras almas.

Deseo guiaros a una profunda unión con DIOS y con MÍ, pero nadie podrá unirse a nosotros a menos que primero se desuna de sus desordenados apegos y excesivo amor de sí mismos y del mundo.

Orad, porque sólo con la oración podéis lograr esta gran gracia, este estado de unión y hacer los necesarios desapegos, sin oración nunca lo lograréis! Por lo tanto, orad, es la oración la que da fuerza a vuestras almas, fuerza a vuestra voluntad para querer desapegarse y querer unirse sobrenaturalmente con DIOS y con MÍ.

Marcos, te bendigo y a todos aquellos que verdaderamente Me aman, Me obedecen y difunden Mi voluntad en Mis Mensajes".

Orígenes:

➥ MensageiraDaPaz.org

➥ www.AvisosDoCeu.com.br

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