lunes, 8 de noviembre de 2021

Mensaje de Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz

¡Mi Medalla de la Paz es el gran don de Mi Corazón para toda la humanidad!

«¡Queridos hijos, Yo soy la Virgen de la Medalla de la Paz!

Hoy, mientras celebráis aquí el Aniversario de Mi revelación, de la revelación de Mi Medalla de la Paz, vengo del Cielo para deciros:

¡Mi Medalla de la Paz es el gran don de Mi Corazón a toda la humanidad! Sí, di esta medalla a Mi pequeño hijo Marcos, que ya entonces era muy digno de recibir este tesoro sagrado del Cielo.

La di para que todos Mis hijos pudieran tener en estos tiempos de tanto peligro, tribulación y sufrimiento, el escudo poderoso con el que pudieran resistir todos los ataques del enemigo y de las fuerzas del mal. Y también, pudieran atraer sobre sí las grandes gracias que el Espíritu Santo quiere realizar ahora en el mundo, para prepararlo para Su Segundo Pentecostés y el establecimiento completo de Su santo reino de amor.

Esta Medalla os ha sido entregada como el mayor don de Mi Corazón Inmaculado.

Cuántas vidas he salvado a través de ella, cuántas enfermedades he curado, a cuántos pecadores he tocado y convertido, cuántas almas que estaban en poder del demonio han sido liberadas por mí a través de ella.

Cuántas casas, cuántos hogares han sido bendecidos por Mí, por el Señor, y han sido protegidos de los ataques y de las malas acciones de los demonios.

A cuántos de Mis hijos he salvado de peligros inminentes, que les quitarían la vida de forma violenta, brusca y fatal, y les he preservado, conservado su vida, su salud y su paz.

A través de esta Medalla, cuántas gracias del Cielo he hecho llover sobre la Tierra como un rocío abundante.

Todos aquellos que la lleven con amor y confianza cada día, recibirán grandes gracias de Mí, y a la hora de la muerte serán acogidos por Mí en Mis brazos, y los presentaré ante el trono de la corte de Mi hijo con Mi signo, con el signo de Mi Medalla sobre sus almas.

Y Mi hijo, viendo que estas almas Me han pertenecido, Me han amado toda su vida, las recibirá, las perdonará, las amará y les dará una corona de gloria inmortal.

Prometo dar a todos mis hijos que lleven Mi Medalla de la Paz los días 7, 8, 15 y 23 de cada mes, el perdón de todas sus faltas. Y también el 19 de noviembre de cada año, prometo darles también 73 bendiciones especiales.

He dado Mi Medalla de la Paz a esta generación, porque la amo profundamente, la amo con un amor ardiente, y quiero realizar en ella todas las grandes gracias de Mi Corazón que han sido retenidas hasta ahora porque las almas no Me piden estas gracias.

Todo lo que pidáis a través de esta Medalla que sea para vuestro bien y para la gloria de Dios, os será concedido.

A través de esta Medalla seré finalmente reconocida como Mediadora de todas las gracias, Abogada y Señora de todo el Universo. Serán tantas, tantas las gracias que haré a través de esta Medalla, que el mundo entero reconocerá la verdad de Mis Apariciones aquí a través de ella.

Esto le dije a Mi hijo, a Mi hijo Marcos, cuando le di esta Medalla, y lo repito de nuevo: Habrá tantas gracias que daré a través de esta Medalla, que el mundo entero reconocerá la verdad de Mis Apariciones aquí, y entonces triunfaré sobre todos Mis enemigos y reinaré finalmente.

Os bendigo a todos con amor, y especialmente a ti, Mi pequeño hijo Marcos, hijo dignísimo de la gran Medalla que te he dado, la Medalla de los Últimos Tiempos, que cerrará el ciclo de todas Mis Apariciones. Y a través de la cual estableceré Mi Reino de Amor sobre toda la Tierra.

Y también te bendigo a ti, hijo Mío Carlos Tadeu. Fíjate que te di como hijo, el alma muy digna, a quien di el tesoro muy precioso de Mi Sagrada Medalla de la Paz. Este tesoro sagrado que di al alma elegida y sagrada de Mi Corazón, a Mi Rayo de Luz, lo di porque era muy digno, muy digno de recibirlo.

Y a ti te lo di por hijo, para que comprendas cuánto te amo también y cuánto te aprecié dándote alma de gran valor. Alma digna de toda Mi confianza y de recibir las grandes tareas, misiones y tesoros de Mi Corazón Inmaculado, para que puedas comprender que te di lo mejor porque te amo tanto.

Alégrate y únete cada vez más al hijo que te he dado, y cada vez serás más digna también de las grandes gracias de Mi Corazón y te parecerás a él en el amor, en el ardor, en el fervor con que Me ama en todo. Y también extraerás de Mi Corazón las grandes gracias y los tesoros celestiales.

Te bendigo con amor, así como a todos Mis hijos que llevan Mi Medalla.

A todos los que la llevan les doy ahora 26 bendiciones.

Os bendigo a todos: desde Lourdes, desde Pontmain y desde Jacareí».

https://www.lojamarieltroni.com.br/medalhas