martes, 30 de septiembre de 2008

Martes, 30 de septiembre de 2008

(San Jerónimo)

Jesús dijo: “Mi gente, esta fuente de agua que se eleva en el aire en la visión está manteniendo las plantas a su alrededor exuberantes con vegetación verde. Esto representa Mi ‘Agua Viva’ y cómo yo nutro a todos Mis fieles en sus vidas espirituales con Mi Hostia en la Sagrada Comunión. La gracia de Mis sacramentos es tan necesaria para tu alma como el agua lo es para vuestros cuerpos porque es vuestra sangre vital para estar unidos a Mí. En la primera lectura de hoy del Libro de Job tenéis un ejemplo de este profeta de cómo tener confianza en Mí incluso en medio de las circunstancias más terribles. Podéis leer en los textos posteriores cómo perdió a miembros de su familia y casi todas sus posesiones. Sin embargo, permaneció fiel a Mí a pesar de esta prueba. Incluso recordáis un dicho que describe a alguien como teniendo la ‘paciencia de Job’. Esta misma clase de confianza y paciencia pronto será exigida a Mis fieles en la próxima tribulación. Veréis la confianza que necesitaréis en Mí para protegeros y satisfacer vuestras necesidades. Algunos ya están perdiendo valor en sus acciones y ahorros con vuestra crisis económica. Pero todas vuestras posesiones también serán despojadas como Job cuando vengáis a Mis refugios. Así como Job tuvo más posesiones restauradas, Mis fieles serán recompensados en Mi Era de Paz, y finalmente en el cielo.”

Jesús dijo: “Mi gente, cuando vuestros jóvenes son confirmados, reciben los dones del Espíritu Santo tal como Mis apóstoles recibieron el Espíritu Santo en el primer Pentecostés. Vuestros candidatos ya son lo suficientemente mayores para entender que este sacramento es un nuevo compromiso para ser uno de Mis seguidores. A algunos candidatos se les dan lecciones de formación en la fe, y posiblemente algunos proyectos para ayudar a aquellos en la parroquia. Es cuando os convertís en Mis soldados espiritualmente para poder ayudar a evangelizar almas en la fe. La gente rápidamente olvida esta llamada del Bautismo y la Confirmación, pero es importante transmitir vuestra fe a cualquier incrédulo. Vuestros padrinos deben ser una inspiración de fe para vuestros candidatos siendo buenos ejemplos cristianos. Los padres también necesitan guiar y animar a estos candidatos en la fe dirigiéndolos a una buena vida de oración, la Misa dominical y la Confesión frecuente. Al proporcionar un buen ambiente para que la fe crezca, vuestros jóvenes no se alejarán de Mi Iglesia. Ved la Confirmación como otro hito en la vida de fe de vuestros jóvenes.”