Revelaciones Marianas a Luz de Maria, Argentina
miércoles, 23 de diciembre de 2020
Mensaje de la Santísima Virgen María
A Su Amada Hija Luz De Maria.

Amados Hijos De Mi Inmaculado Corazón:
Bendigo A Cada Uno De Mis Hijos Y Les Pido Que Nos Acompañen A San José Y A Mí A Adorar A Mi Hijo En El Pesebre.
Quiero que cada corazón sea un pesebre en el que Mi Hijo reciba el cobijo que necesita, en el que la paja pierda su dureza y se convierta en hilos de seda que envuelvan al Divino Niño...
Quiero que cada uno de vosotros cambie su indiferencia por amor a sus hermanos y hermanas: «Da y se te dará».
Dejad a un lado vuestros malos hábitos, vuestros pensamientos necios, los sentimientos que os llevan a arrastraros espiritualmente, y a partir de ahora, por decisión propia, entrad en el capullo de la bondad, del buen comportamiento, de los buenos hábitos, para que de él surja el espíritu más resplandeciente, elevándoos. Que vuestra necedad desaparezca y vuestros sentimientos se vuelvan altruistas. Esto es el Amor, niños, el Tesoro Oculto, el Amor Divino que está vivo y palpita en el ser humano, que no puede ser robado por los ladrones ni comido por las polillas.
Tenéis que mantener encendidas vuestras lámparas y vigilar para que os abráis a Mi Hijo en cuanto llegue y os llame.
¡Pobres hijos Míos que no creen y que envenenan los corazones! En el tiempo de la prueba sentirán el peso de su desconfianza y el dolor de haber despreciado el camino que les conducía al Bien.
CADA UNO DE VOSOTROS ES UNA OBRA MAESTRA, Y ES NECESARIO QUE ENCUENTRES DE NUEVO LA IMPRESIÓN DIVINA Y TE CONVIERTAS , alcanzando las alturas de la humildad, la generosidad, la bondad, la caridad y la sencillez, ya que no son los que son muy inteligentes y tienen un conocimiento exhaustivo los que conseguirán encontrar la Impronta Divina en su interior y alcanzar las alturas espirituales, sino los humildes y sencillos de corazón.
Quien decida buscar a Mi Hijo sin ser realmente auténtico, será podado si es necesario, desarraigado y plantado de nuevo para que renazca con nuevas fuerzas, TENIENDO SED DE ENCONTRAR A MI HIJO.
Esta generación ha saciado su sed con aguas pútridas, contaminadas con falsas ideologías en las que se han vertido blasfemias, sacrilegios y sangre inocente, en las que han arrojado los Mandamientos y los Sacramentos, en las que han intentado disolver la Tinta Divina dictada por la inspiración del Espíritu Divino en el Magisterio de la Iglesia de Mi Hijo.
Te Llamo A Formar Parte Del Santo Remanente, Y Como Parte De Ese Fiel Remanente, Adora Siempre A Mi Hijo En Espíritu Y Verdad. No Quiero Que Me Ames Más A Mí Que A Mi HIJO.
La humanidad suspira por el pasado sin reflexionar hacia dónde te conducen; la humanidad, sorda y ciega por voluntad propia, se arroja al abismo.
Ante estos arrebatos de ofensas contra Mi Divino Hijo, os exhorto a que reparéis con un Triduo dedicado a Mi Divino Hijo, que comenzará el 26 de diciembre y concluirá el 28 de diciembre.
PRIMER DÍA
acto de contrición
Jesús, mi Señor y Redentor, me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy y que pesan sobre todo mi corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Me propongo firmemente no volver a pecar y confío en que, por tu infinita misericordia, me concederás el perdón de mis faltas y me conducirás a la vida eterna. Amén.
OFRENDA:
En este día, mi ofrenda es abstenerme de albergar cualquier pensamiento contra mis semejantes.
ORACIÓN:
Oh Divino Niño, dame Tu Amor para que ame sin distinción; siendo a Tu semejanza, dame Tu Amor para que prevalezca en mí Tu Voluntad y no la mía.
Pequeño Niño Jesús, Dios vivo, ven y quédate en mi corazón, y que mis pensamientos ofrezcan calor para ahuyentar el frío que te causan los malos pensamientos de las criaturas.
Ven, mi Niño amado, penetra en mi alma, no permitas que me separe de Ti.
Te ofrezco reparación por mis malos pensamientos personales, por las veces que he dado muerte a un hermano o hermana con mis palabras: límpiame, Hijo amado, sana este corazón mío.
Dame sed de Ti, te lo suplico, para que pueda buscarte incansablemente y para que mi Fe no se agote, sino que crezca en cada momento de mi vida.
Te adoro, Niño Jesús, en cada criatura humana. Te bendigo, Niño Jesús, en nombre de mis semejantes y en el mío propio.
Yo, ( di tu nombre ) me encomiendo a Ti, y junto conmigo, con intención firme y sana, encomiendo a mi familia y a toda la humanidad.
Amén.
CREDO:
Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su Hijo único, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de María Virgen, padeció bajo Poncio Pilato, fue crucificado, murió y fue sepultado, descendió a los muertos. Al tercer día resucitó de entre los muertos, ascendió al cielo y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso, desde donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne y en la vida eterna. Amén.
SEGUNDO DÍA
acto de contrición
Jesús, mi Señor y Redentor, me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, que pesan sobre todo mi corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Me propongo firmemente no volver a pecar y confío en que por tu infinita misericordia me concederás el perdón de mis faltas y me conducirás a la vida eterna. Amén.
OFRENDA:
En este día ofrezco resistirme a los sentimientos equivocados hacia mis semejantes y ser auténtico en mi vida cristiana.
ORACIÓN:
Oh Divino Niño, dame Tu Amor para que reconozca mis errores; dame sabiduría y humildad para aceptar que soy un aprendiz que se abre camino y que mis razonamientos no siempre son correctos.
Dame Tu Humildad para que aprenda a apreciar el conocimiento de mis hermanos y hermanas.
Niñito Jesús, Dios Verdadero, vive en mi corazón para que no reniegue de mi Fe en Ti, y para que repare las veces que he elegido las cosas mundanas y Te he negado.
Que mis buenas intenciones se traduzcan en acciones concretas que reparen mis faltas con el firme propósito de no ofenderte.
Ven, mi Niño amado, apodérate de mí, sana mi mente y mi pensamiento, permitiendo que mis ojos vean en todo momento el dolor de los demás.
Dame sed de Ti, te lo suplico, para no ofenderte ante las pruebas, las amenazas y el poder humano; que sea fiel a Tu Majestad en toda ocasión.
Niño Jesús, te adoro en toda criatura humana; te bendigo, Niño Jesús, en nombre de mis semejantes y en el mío propio.
Yo, ( di tu nombre ) me encomiendo a Ti, y junto conmigo, con firme y sana determinación, encomiendo a mi familia y a toda la humanidad.
Amén.
CREDO:
Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su Hijo único, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de María Virgen, padeció bajo Poncio Pilato, fue crucificado, murió y fue sepultado, descendió a los muertos. Al tercer día resucitó de entre los muertos, ascendió al cielo y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso, desde donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne y en la vida eterna. Amén.
TERCER DÍA
acto de contrición
Jesús, mi Señor y Redentor, me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy y que pesan sobre todo mi corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Me propongo firmemente no volver a pecar y confío en que por tu infinita misericordia me concederás el perdón de mis faltas y me conducirás a la vida eterna. Amén.
OFRENDA:
En este día te ofrezco la nada que soy y te reconozco, Niño Jesús, como mi Rey, mi Dios y mi Señor. Quiero adorarte para siempre, por toda la eternidad.
Te lo suplico: sana mi mente, mi pensamiento, mi corazón; en una palabra, todo mi ser.
Que me desprenda de lo que me arrastra hacia el mal y, entregándome totalmente a Ti, recupere la devoción a Ti que dejé en el camino.
Te ofrezco la rectitud de mis actos sin mirar los de los demás.
ORACIÓN:
Oh, Divino Hijo, dame esperanza para que no caiga al pasar por esta vida. Que pueda ser un siervo útil en Tu viña y no un obstáculo para el cumplimiento de Tu Voluntad permitiendo que el orgullo sea mi guía.
Concédeme Tu entrega a la Voluntad de Tu Padre, para que mis buenas intenciones se traduzcan en la acción que Tú deseas y para que pueda ser un siervo fiel sin desanimarme.
Niñito Jesús, Dios Verdadero, vive en mí para que la caridad sea el camino y el testimonio de que Tú vives en mí.
Dame la fuerza para no renegar de Ti, sino para ser un testigo fiel, acercando a Ti a mis semejantes sin reclamar la gloria para mí, sino siendo el más pequeño de tus siervos.
Ven, mi Niño amado; yo, ( di tu nombre ) me consagro a Ti en este momento, para que a partir de ahora Tú, Divinidad Infinita, seas el dueño de mi camino.
Que mis pies sigan Tus pasos sin ofender a mis semejantes. Que reconozca Tu Divinidad en mis hermanos y hermanas, y que mis semejantes no se vean afectados por mi corazón endurecido.
Me consagro a Ti, Pureza infinita, y con recta y sana intención consagro a mi familia y a todos los seres humanos para que el mal sea alejado de la humanidad y PARA QUE TÚ vengas pronto a reinar en todos los corazones.
Hoy declaro con plena libertad que Tú, Niño Jesús, eres el Dios Verdadero y Eterno, que Tú eres el Principio y el Fin, Misericordia infinita; por eso confío en que por Tu Bondad aceptarás esta Consagración mía como sello indeleble por los siglos de los siglos.
Amén.
CREDO:
Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su Hijo único, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de María Virgen, padeció bajo Poncio Pilato, fue crucificado, murió y fue sepultado, descendió a los muertos. Al tercer día resucitó de entre los muertos, ascendió al cielo y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso, desde donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne y en la vida eterna. Amén.
Queridos hijos, si vuestras Iglesias están abiertas a los fieles, asistid a la Celebración de la Eucaristía durante este Triduo.
Yo os bendigo.
Madre María
SALVE María Purísima, Concebida sin PECADO
SALVE María Purísima, Concebida sin PECADO
SALVE María Purísima, Concebida sin PECADO
Origen: ➥ www.RevelacionesMarianas.com
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