viernes, 17 de diciembre de 2021

¡Reconoce cómo el pecado se ha convertido en la «normalidad» de tu vida cotidiana!

- Mensaje nº 1332 -

Hija mía. Sufro mucho. El pecado de la humanidad inflige mucho sufrimiento y dolor a Mi Sagrado Corazón. Amo a Mis hijos, pero no puedo aprobar sus pecados.

Hijos, id por el camino del arrepentimiento, porque sólo a través del arrepentimiento podréis ir por el camino hacia Mí y hacia el Padre , sólo a través de vuestro arrepentimiento, amados hijos que sois.

Tenéis demasiada indiferencia en vosotros y aprobáis el pecado. Ni siquiera lo reconocéis, tanto que ya os habéis acostumbrado a él. Se ha convertido en algo «normal» para vosotros , pero hijos, ¡éste es el camino que conduce a la condenación del diablo!

¡ Deteneos y llevad amor y alegría en vuestros corazones! Debéis volver a sentir el amor, el amor verdadero, sincero y que no espera nada, porque el amor es un don, y no debéis esperar nada a cambio, porque quien hace esto, ¡no ama realmente, y el mal se ha colado en su corazón!

Así pues, ¡estad alerta, amados hijos que sois, y reconoced cómo el pecado se ha convertido en la «normalidad» de vuestra vida cotidiana!

Debéis arrepentiros y evitar el pecado, ¡pero para ello debéis reconocerlo! Donde hay expectativas, no hay amor puro, pero donde hay amor, ¡se regala sin expectativas!

Llevad amor y alegría en vuestros corazones y recuperad la paz en vuestro interior, porque sin Mi paz no podéis llegar a ser felices, y seréis tentados una y otra vez y sacados del verdadero amor, si no lleváis Mi paz en vuestro corazón.

Pero Yo te doy Mi paz y Mi alegría y Mi amor, si de verdad te vuelves a Mí, te alejas del pecado y confías plenamente en Mí, ¡en tu Jesús!

Te amo tanto, y tristemente veo lo perdida que estás. No has aprendido a distinguir y no ves los peligros que te acechan -a tu alma.

No buscarás la plenitud terrenal -y siempre permanecerás en la búsqueda, si piensas encontrar la plenitud en lo terrenal- , sino en Mí, ¡en tu Jesús!

Te doy Mis riquezas, pero no son los bienes terrenales que se desvanecen, ¡sino los eternos, duraderos! ¡Y éstos serán cada vez más, cada vez más grandes, cada vez más gloriosos cuanto más os acerquéis a Mí, cuanto más os entreguéis a Mí, cuanto más profunda y sinceramente reconozcáis los misterios Míos y de Mi Padre!

Hijos, el camino hacia el Reino de los Cielos es verdaderamente glorioso, pero debéis estar completamente Conmigo, con vuestro Jesús, para comprenderlo realmente.

No sólo debéis absteneros de pecar, sino alejaros por completo del pecado.

Y debéis rezar, hijos míos, ¡debéis rezar!

Sólo a través de la oración os adentraréis más y más en Mis misterios , ¡sólo a través de la oración, amados hijos que sois!

Sólo a través de la oración los comprenderéis cada vez más , hijos míos, ¡sólo a través de la oración!

Así que rezad , amados hijos que sois, y encontrad el verdadero camino hacia Mí , hacia vuestro Jesús. Entonces entrará en vosotros el verdadero amor y alegría y Mi paz, y entonces ya no buscaréis la plenitud en las cosas terrenales perecederas, pues la encontraréis en Mí, en vuestro Jesús.

En el amor profundo,

Tu Jesús, Quien Yo Soy. Amén.