domingo, 23 de abril de 2000

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Subimos la Serra da Tabanga, una vez más, rezando el Vía Crucis, como Nuestra Señora nos pidió. Mucha gente de la ciudad nos acompañó en la oración. Cuando llegamos, en la cima, donde está la Cruz, la Virgen apareció y nos dijo:

Vivan mis llamados que ya les he transmitido. Adoren a mi Hijo Jesús. Si quieren recibir la salvación, acérquense a Jesús, porque solo él puede dársela. Si se alejan de Jesús, sufrirán mucho en este mundo y también en el próximo, por toda la eternidad, porque aquellos que se alejan de Jesús no reciben felicidad, sino tristezas y sufrimientos.

Por eso, mis hijos, deben venir aquí, a este lugar donde aparecí, para hacer penitencia, arrepintiéndose de sus pecados, para que puedan regresar a Jesús con sus almas limpias.

Les pido que cada uno de ustedes tenga el propósito de conversión y de cambiar su vida. Les agradezco por sus oraciones y por su presencia. Siempre vengan en mayor número. Aquí las gracias estarán en abundancia para aquellos que creen y tienen fe. Aquí concederé grandes gracias y Jesús obrará sus milagros. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.