Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil

 

domingo, 11 de junio de 2000

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

 

¡La paz esté con vosotros!

Queridos hijos, Yo soy la Bienaventurada Virgen María, la Madre de Jesús y su Madre Celestial. ¡Qué feliz me hace vuestra presencia aquí en este momento, y cuánto bien deseo para cada uno de vosotros!

Mi Hijo Jesús me ha enviado aquí para deciros que siempre os acompaña y os ayuda con su gracia. Entended que, como vuestra Madre, quiero ayudaros a continuar por el camino que el Señor os ha preparado y que Él os llama a seguir cada día.

Orad, orad, orad y así, a la luz del Espíritu Santo, y por su divina gracia, vuestros corazones serán verdaderos Tabernáculos del amor de Dios y vuestras vidas serán una experiencia viva y constante de este su amor divino en el mundo.

En este momento, la Madre de Dios me enseñó una oración al Espíritu Santo:

Ven Espíritu Santo y renovad toda la humanidad con vuestro amor divino. Transformad nuestros corazones endurecidos y sin amor en un horno vivo de amor ardiente. Oh Espíritu Santo, obrad vuestras maravillas en nuestras vidas y permitid que vuestro inmenso amor sea llevado a todos los hombres, para que siempre conozcan vuestra Santa presencia. Oh Espíritu Santo, la Iglesia necesita ser renovada y transformada por vuestra luz. Que se reanime y cobre vida en la fe, para que de esta manera, los milagros de vuestro amor se hagan realidad. Ayúdanos a ser fieles a nuestros compromisos con la Iglesia, para que ningún obstáculo o barrera nos impida ser fieles a ella. Consagramos nuestras vidas, nuestras almas, nuestros corazones a vosotros. Gracias porque sois nuestro Dios y nuestro Soberano Señor. Iluminadnos, guiadnos y protegednos. ¡Amén!

Inmediatamente después, continuó hablando:

Quien tiene el Espíritu Santo en su vida ya está viviendo el paraíso en este mundo. La luz del Espíritu Santo desciende sobre vosotros en este momento, para que viváis vuestros compromisos responsablemente y os hagáis conscientes de vuestra misión como hijos de Dios y valientes misioneros de su reino en el mundo.

Como Madre, os bendigo con una bendición especial y maternal. ¡Coraje, coraje, coraje! Dios puede hacerlo todo y cambiar tantas situaciones difíciles en alegría y paz, porque Él es vuestro mejor amigo. Amadle y no os arrepentiréis, porque encontraréis la verdadera alegría. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!

Orígenes:

➥ SantuarioDeItapiranga.com.br

➥ Itapiranga0205.blogspot.com

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