Mensajes de Jesús Buen Pastor a Enoc, Colombia
martes, 9 de junio de 2009
¡Mi Sagrado Corazón será tu Refugio y Amparo!

Hijitos de mi Corazón: Ya están en los tiempos descritos por los profetas; los llamo a permanecer unidos a mí, su Madre Celestial, a través de la recitación de mi Santo Rosario. Recuerden, hijitos, que mi Rosario es un látigo para mi adversario y sus huestes de mal; cada vez que rezan mis Ave Marías y meditan los misterios de mi Rosario, se están uniendo a mí y a mis Ángeles y juntos estamos derrotando al dragón infernal. Hijitos, mi Sagrado Corazón será su refugio y amparo en los días de purificación; les digo, cuantos más Rosarios hagan, más pronto será derrotado el enemigo de sus almas de la faz de la tierra; únanse en oración a mi Sagrado Corazón para que sus súplicas y oraciones tengan mayor mérito y seamos un gran ejército luchando contra toda fuerza del mal.
Hijitos míos, los días son difíciles, por eso deben orar a cada instante para que no caigan en tentación; pues el príncipe de este mundo anda como un león rugiente buscando maneras de hacerlos perder; solo la oración, el ayuno y su confianza y fidelidad a su Padre y Madre Celestial serán su protección. Hijitos, les digo, no bajen la guardia con su oración, pues las tentaciones y obras de la carne mi adversario las usará para seducirlos y hacerlos perder. Están advertidos; no pierdan la cabeza; sepárense del mundo y de los hombres del mundo para que no se pierdan, pues cada día de estos días de purificación los ataques serán más fuertes; purifiquen su mente y pensamientos con la Sangre de mi Hijo; refúgiense en nuestros dos Corazones para que puedan soportar estos días. Les doy estas dos oraciones para que las recen por la mañana y por la noche y permanezcan en nuestra paz.
"Oh Gloriosa Sangre del Redentor, purifica mi mente, sentidos y facultades para que no caiga en tentación; sé mi escudo y refugio noche y día. Gloriosa Sangre de Jesús, muéstrame el camino que conduce a la salvación."
"Sagrado Corazón de María, protégeme y amparame, que tus rayos de luz cieguen al enemigo de mi alma, para que no pueda hacerme daño; ni en mi cuerpo, ni en mi mente, ni en mi espíritu. Me consagro a ti, Madre Mía; sé mi refugio y protección noche y día". Amén.
Que la paz de mi Hijo los acompañe y mi protección maternal los asista. Yo soy su refugio y amparo: el Sagrado Corazón de María. Hagan conocer mis mensajes, hijitos de mi corazón.
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