lunes, 6 de diciembre de 2021

Preparaos, no lo olvidéis, ¡preparaos! ¡Llegan las Tinieblas!

Mensaje de San Miguel Arcángel a Su Amada Luz De María

Amado Pueblo de nuestro Rey y Señor Jesucristo:

Recibid La Bendición Que En Nombre De La Divina Voluntad Hago Descender Sobre Cada Uno, Fructificando En Aquellos Que Están Debidamente Preparados En El Espíritu.

Hijos de Nuestro Rey, a unos os miro tan confusos, a otros os miro tan confiados, a otros os miro con sorna sobre lo que os alerta la Casa Paterna.

Aún no habéis comprendido la necesidad de que mantengáis un estado permanente de paz. El Diablo, como león rugiente, (I Pe. 5:8) está sobre vosotros, Pueblo de Dios.

Preparaos, no lo olvidéis, ¡preparaos!

Nuestro amado país de la Guadalupana es fuertemente sacudido. Si este pueblo ora con fuerza, con amor y Fe será escuchado y los estragos serán minimizados. Las oraciones deben estar regidas por la Fe y el debido estado de Gracia de cada uno de los que oran.

Deseo Pedirte Que Un Mayor Número De Criaturas

Oren En La Humanidad.

Centroamérica es azotada, su suelo es sacudido. Estas tierras cristianas han sido acaparadas por el comunismo (1), han sido servidas en bandeja por sus gobernantes, por aquellos que como administradores del mal se preparan para ofrecer su botín de almas al Anticristo.

Pueblo de Nuestro Rey y Señor Jesucristo sed firmes, nada de tibieza en estos momentos. Examinaos concienzudamente, así es como debéis prepararos, dejando los harapos que lleváis y no os permiten ascender espiritualmente.

El mal os mantiene imantados a lo mundano y es necesario que no os dejéis seducir por las artimañas diabólicas.

Embarcaos ya! en el camino al que cada uno ha sido llamado dentro de lo que se os ha confiado, sin pérdida de tiempo; éste se acaba.

¡Llega la oscuridad!

Presta atención, la oscuridad llega a la Tierra sin que lo esperes. Es necesaria una preparación espiritual, mirad en vuestro interior:

Tenéis que aprender a perdonaros a vosotros mismos y a perdonar a vuestro prójimo. No juzguéis, dejad los juicios a Dios.

Cambiad vuestra vida, no os dejéis llevar por deseos indebidos y que os alejan de Nuestro Rey y Señor Jesucristo y de Nuestra Reina y Madre del Fin de los Tiempos.

Como Príncipe De Las Legiones Celestiales Vengo Con La Verdad En Mi Boca . No vengo a alarmaros ni a daros preocupaciones o ansiedades, no deseo asustaros, sino al contrario, os pido:

Sed Los Hijos De Nuestro Rey Y Señor Jesucristo Los Que Viven A La Sombra De Su Señor, No Temen Ni De Día Ni De Noche Porque Permanecen Seguros En La Protección Divina.

El miedo es normal en el hombre, aunque es de los hijos de Dios disminuir el miedo hacia los asuntos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo detallados en el libro del Apocalipsis. La criatura humana está llamada a confiar más en la Santísima Trinidad y en Nuestra Reina y Madre y menos en sí misma.

"Recordad lo que habéis recibido y oído; ponedlo en práctica y arrepentíos.

Porque si no te mantienes despierto, vendré como un ladrón, sin saber a qué hora te sorprenderé» (Ap 3,3).

Rezad hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, rezad por Indonesia, sufrid y sufrid poderosamente.

Rezad hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, rezad por Los Balcanes, las potencias mundiales llegaron a este territorio.

Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren por México, tiembla fuertemente.

Rezad hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, rezad por América.

Os llevan de un lugar a otro, de un revés a otro en la salud y el pánico:

Nunca Te Abandonan.

Mis Legiones Te Cubren, No Temas.

San Miguel Arcángel

Ave María Purísima, Concebida Sin Pecado

Ave María Purísima, concebida sin pecado

Ave María Purísima, Concebida Sin Pecado

Comentario Por Luz De Maria

Hermanos:

"Él te librará del lazo del cazador y del azote de la desgracia; 4. Él te cubrirá con sus plumas y encontrarás bajo sus alas un refugio.

5.

No temerás los temores de la noche, ni la flecha lanzada de día, 6. ni la peste que avanza en la oscuridad, ni la plaga que azota a pleno sol.

7.

Aunque caigan a tu lado mil hombres y diez mil a tu derecha, estarás fuera de peligro: tu lealtad será tu escudo y tu armadura.

8.

Si sólo miras con tus ojos, verás cómo se paga al malvado.

9.

Pero si dices: «El Señor es mi refugio», habrás hecho del Altísimo tu refugio.

10.

La desgracia no te alcanzará, ni la peste se acercará a tu tienda:

11. porque ha ordenado a los ángeles que te escolten en todos tus caminos».

(Sal 91,3-11)

Amén.