miércoles, 27 de julio de 2022

Diles...

- Mensaje nº 1368 -

Hija mía. Di a los niños que se avecinan malos tiempos, pero diles también que Yo, su Jesús, les amo con todo Mi corazón.

Diles que Mi Padre y Yo escuchamos todas las oraciones, y diles que es su oración la que mitiga y frena lo peor.

Diles cuánto Nos agradan sus oraciones, a Mi Padre y a Mí, pero diles también, que pueden dirigirlas fervientemente a Nosotros.

Diles que Nuestro amor es infinito, y diles que mediante su oración se alejarán muchas más calamidades.

Diles que a través de su oración cambian muchas cosas , y diles que a través de su oración se convertirán muchos más niños.

Diles que Mi Espíritu Santo les está esperando para hablar , y diles que es enviado para tocar los corazones de los que todavía son apóstatas.

Diles que es a través de su oración que sus seres queridos también pueden salvarse , pero diles que sus oraciones deben hacerse con corazón y fe.

Diles que no es demasiado tarde para arrepentirse , y diles que permanezcan siempre fieles y devotos a Mí, su Jesús.

Vuestro mundo está revuelto, es decir, muchas calamidades os sucederán y os sucederán, pero el alcance depende de Vuestra Oración (!) , amados hijos que sois.

El demonio está enfurecido, la mano castigadora del Padre golpeará, y ¡bien por aquel que presta atención a Mi y Nuestra Palabra en estos mensajes, bien por aquel que es fiel a Mí, su Jesús, Salvador y Redentor, bien por aquel que reza fervientemente y con sangre de corazón!

¡Cuanto más recéis, más suave será el final!

¡Cuanto más reces, más hijos encontrarán el camino hacia Mí, hacia su Jesús!

¡Cuanto más reces, más fácil será para ti!

¡Cuanto más recéis, más fácil será para vosotros el juicio del Padre!

Rezad, amados hijos que sois, rezad, pues un corazón que reza está enamorado. Está en paz y se alegra. Cree y mantiene la esperanza.

Rezad, pues, amados hijos que sois, porque con vuestra oración permanecéis fuertes y firmes y mitigáis las peores calamidades.

Rezad, hijos míos, rezad, pues si no rezáis, pronto tendréis la esperanza de no haber interrumpido nunca la oración.

Yo, vuestro Jesús, os quiero mucho. Vuestra oración mitiga , ¡y vuestra oración hace que ocurran muchos milagros de este tiempo!

Así que reza fervientemente y con un corazón devoto y creyente a Mí, al Padre y al Espíritu Santo. Amén.

Reza a Mi Madre, ¡pues son Sus oraciones del rosario las que obran tanto bien!

Reza y pide también a tus santos, pues a través de ellos hago que ocurran muchos milagros. Amén.

Tuyo y de tu Jesús de la Cruz. Amén.

Hija mía. Vuestro mundo está llegando a su fin, pero la gente (sigue ) viviendo , como si esto no fuera verdad. Pero yo os digo Convertíos, para que no os perdáis, y orad.

Rezad, hijos míos, rezad. Amén.

Vuestro Jesús en agonía. Amén.